A nivel de Europa, el objetivo del Grupo es el de reducir las emisiones anuales de CO2 en un 15%, gracias a la inversión de 160 millones de francos suizos que se destinarán a más de 80 proyectos en 19 países europeos.
Como parte de su estrategia de Transición Ecológica, esta ha adquirido el compromiso de orientarse hacia un entorno descarbonizado que apuesta por una fabricación baja en carbono y con menos CO2 en la composición de sus productos y soluciones.
Las líneas en las que se trabaja, se orientan en reemplazar la materia prima como la caliza por otros materiales con menos carbono y por la sustitución de combustibles fósiles por alternativos, procedentes de residuos, con menor factor de emisión y que contengan biomasa. En 2018, la tasa de sustitución de combustibles fósiles (TSR) media de sus fábricas se situó por encima del 30%. El objetivo actual es que se alcance una media superior al 35% para el 2019 y por encima del 60% para 2022.
Gran parte de las inversiones se destinarán a la creación de líneas de tratamiento de plásticos no-reutilizables y no-reciclables que contienen biomasa, con los que se conseguirá triplicar el uso de este tipo de residuos en los procesos, en sustitución de combustibles fósiles.
La finalidad es que los productos desarrollados, en España, por la compañía en 2022, alcancen un promedio de clínker con un 10% menos que en la actualidad. Se pretende alcanzar para 2030 un contenido medio de 520 Kg de CO2 por tonelada de cemento.
Adicionalmente al proceso de producción, LafargeHolcim desarrolla hormigones con una menor huella de carbono, gracias al empleo de materias primas minerales procedentes de canteras y al empleo de árido reciclado, a lo que hay que sumar una optimización de la logística del transporte.
La empresa presentó el primer catálogo del sector del hormigón y cemento, “Libro Verde de Soluciones Constructivas”, que recoge los productos y soluciones que responden a los requerimientos de las certificaciones ambientales Breeam y Leed para la edificación.