La rehabilitación de edificios en Europa con aislamiento de lana de roca podría suponer un ahorro de 660 millones de toneladas de CO2. Este elemento de material aislante y sostenible, se presenta como una de las soluciones para hacer frente a la emergencia climática, ya que permite un ahorro energético de casi el 90%. Este recurso contribuye a la economía circular, es reciclable y permite la reutilización.
En palabras de Miguel Ángel Gallardo, Business Unit Director de Rockwool Peninsular, "el mundo se enfrenta a la necesidad de afrontar los cambios medioambientales presentes y futuros. Esto implica replantear la manera en que construimos y, por lo tanto, vivimos. Creemos en el papel de la lana de roca como un elemento imprescindible para hacer frente a los retos globales".
En su compromiso con el medio ambiente, diversos expertos y representantes del Grupo participarán, del 10 al 12 diciembre, en una decena de actividades de la COP25 y situarán la edificación en el foco de la lucha contra el cambio climático. Anthony Abbotts, responsable de Sostenibilidad del Grupo Rockwool, participará en varias mesas redondas y workshops, defenderá el papel clave de la edificación para combatir el cambio climático.
También, están organizados varios actos que se celebrarán en la Embajada de Dinamarca en España. Entre ellas destacan la mesa redonda sobre la transición hacia una energía verde y la recepción oficial, en los que intercambiarán opiniones con varios representantes políticos.
En el marco de la Cumbre del Clima, el Grupo presentará junto a la Fundación Empresa y Clima el "Informe de situación de las emisiones de CO2 en el mundo. Año 2017" en la zona verde de la COP25.