Los expertos han dado cifras significativas como que la edificación contribuye al 56% de la contaminación de las ciudades frente al 13% que proviene de las emisiones de los coches. Sin gran implicación por parte de las Administraciones Públicas y de la sociedad.
La Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) ha destacado, durante la Cumbre, la importancia de su estándar, que permite un ahorro de energía de hasta el 90% frente a la construcción tradicional.
Según José Antonio González, fundador y CEO de Arquima: "Si implantásemos de manera habitual este modelo constructivo, que ya fue reconocido en la COP de Marrakech como la primera medida de la edificación para la ralentizar el cambio climático, podríamos llegar a reducir hasta un 56% las emisiones de CO2 del planeta".
"La creciente demanda de edificios sostenibles en los últimos años, tanto en promotores privados como públicos, posiciona a la madera en el lugar privilegiado en el que debería estar hace mucho tiempo. Cada vez hay más quórum en cuanto a la consideración de la madera como el material constructivo del siglo XXI", afirma González.
Cuando se trata de la sostenibilidad en la construcción, los nuevos puntos de investigación señalan la ventaja que la madera tiene sobre los materiales comparables. Entre ellas se incluyen las emisiones de CO2, el efecto sobre la calidad del agua y el impacto ambiental general cuando se mide durante el ciclo de vida completo del material estructural.