El evento ha sido inaugurado por Jochen Müller, Director Adjunto de la Comisión Europea en Madrid, y por José María González Moya, Director General de Appa Renovables. La jornada ha contado con ponencias de Joan Groizard, Director General del Idae, y Pedro Basagoiti, Director de Tecnología, Innovación y Nuevos Desarrollos de Omie.
Según las previsiones de Bloomberg, para el año 2050, se alcanzarán los 1.400 GW de potencia fotovoltaica instalada en el continente. En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima prevé un crecimiento de 28.473 MW durante la próxima década.
Se ha estudiado el uso de almacenamiento y el umbral en el que comienza a ser rentable contar con estos sistemas, la agregación de la demanda, el autoconsumo compartido y el papel que debe cumplir el distribuidor, entre otros. Dentro de los más de 80 casos se han analizado en Alemania, Grecia, Lituania, Polonia y España.
El objetivo principal era examinar los distintos proyectos de forma integradora, buscar la optimización de la instalación, el almacenamiento en función de los patrones de consumo, el nivel de radiación o evaluar el impacto que las instalaciones fotovoltaicas tendrán en el precio del mercado mayorista y en la estabilidad del sistema.
El análisis de estos demostró que la fotovoltaica es una solución económicamente competitiva, con tasas de retorno del 7 al 10%. El grado de cobertura de las necesidades energéticas fue diverso, con máximos del 60% sin almacenamiento.
Los resultados probaron que los sistemas son más eficientes cuando la energía se autoconsumía, en vez de exportarla a la red. Además, su almacenamiento permite mayor aprovechamiento a cambio de reducir las tasas de retorno por los altos costes de estos sistemas.