Las fachadas, con la proliferación de los sistemas Sate y de cámaras ventiladas, son primordiales en la seguridad edificatoria. El nuevo DB SI promueve el uso de sistemas o materiales que no contribuyen al incendio, no lo hacen de forma significativa (A1 o A2 según las Euroclases) o niveles en los que se integran los productos combustibles con un potencial energético creciente (B representa el potencial energético más bajo entre los combustibles).
De este modo, consagra el uso de determinados materiales, como las lanas minerales, en alturas de más de 18 metros o desde 10 hasta más de 28, dependiendo de si se emplea sistema SATE o fachada ventilada. Esta decisión pretende proteger a las personas, los bienes, facilitar la evacuación y el trabajo de los servicios de emergencia.
Según Afelma cuesta entender por qué si se protege la seguridad con materiales clasificados A y B, el regulador opta por permitir materiales s3, es decir, que emiten humos que provocan una elevada y rápida opacidad, ya que dificulta la evacuación. Deberá ser el mercado el que mediante el empleo de materiales, s1 busque una solución coherente.
Además, presenta una regulación deficiente porque no contemplan los usos de los edificios como hospitales, colegios, residencias de ancianos, etc., con sus consiguientes dificultades de evacuación; ni los problemas de acceso de los servicios de emergencia. “En estos supuestos también deberá ser el mercado el que promueva soluciones y el uso de materiales que mejor protejan a las personas y a los bienes”,afirma la Asociación.