Un camino que pasa por la consecución de un parque edificado sostenible y libre de emisiones de gases de efecto invernadero, donde la sostenibilidad, la salud y la eficiencia energética son los ejes en torno a los cuales giran las principales tendencias en materia constructiva. También en el sector de la cubierta.
BMI, empresa especializada en la fabricación de sistemas y soluciones para cubierta plana e inclinada, está siempre atenta a las necesidades del sector y cuenta en su catálogo con soluciones que optimizan la eficiencia energética, contribuyen a la sostenibilidad del inmueble y reducen su huella ambiental, mejorando la salud de sus ocupantes.
“Desde BMI mantenemos una constante escucha de las necesidades y demandas de la sociedad, para poder detectar aquellos aspectos que marcarán las tendencias dentro de nuestro sector. Además, nuestro departamento de I+D trabaja incansable para ofrecer soluciones que den respuesta a estas necesidades, incluso antes de que se produzcan”, afirma José Hermindo Prieto, BMI Expert Manager.
Para 2020, la compañía identifica de manera clara cuatro tendencias en cubierta:
1) Cubiertas para luchar contra el cambio climático.
Los edificios han sido señalados como agentes responsables de más del 40% de las emisiones, pero también como elementos capaces de mitigar el calentamiento global, creando espacios más limpios sostenibles y eficientes. Y los materiales son clave para lograrlo.
El empleo de productos y sistemas de última generación, capaces de contribuir a la sostenibilidad y la eficiencia del edificio a lo largo de toda su vida útil, garantizan la reducción del impacto ambiental del inmueble. Además, aplicando criterios de economía circular, los materiales no sólo deben aportar; también deben ser eficientes en sí mismos, reduciendo su huella ambiental a lo largo de todo el proceso de fabricación y ofreciendo la posibilidad de reciclarse al finalizar su vida útil.
Los sistemas para cubiertas en edificios construidos bajo el estándar Passivhaus son un buen ejemplo de cómo esta tendencia se aplica en edificación. Como el sistema BMI Tectum® First, que permite elevar el aislamiento térmico en la cubierta sin comprometer el espacio, llegándose a alcanzar los requerimientos de estándares tan ambiciosos como el Passivhaus. La clave está en el panel de aislamiento Clima-First, realizado con espuma rígida de poliuretano de poliisocianurato, que le confiere una alta resistencia térmica.
2) Cubiertas para frenar el calentamiento global.
Junto a la mitigación de las emisiones de CO2, otro reto al que deben enfrentarse las ciudades es el aumento de la temperatura. Las cubiertas vegetales (que ya fueron tendencia en 2019) siguen ganando adeptos y cada vez son más los partidarios de esta alternativa a las cubiertas tradicionales. Su instalación no sólo contribuye a reducir la temperatura en las ciudades, sino que ayuda a limpiar el aire y mejora el rendimiento energético del edificio, aportando un mayor aislamiento térmico y la posibilidad de reutilizar las aguas pluviales. Sistemas como Nidaroof permiten acumular este agua sobrante y darle otros usos, como el riego de la cubierta ajardinada, mejorando la gestión de los consumos del inmueble.
Para edificios de uso industrial, donde el empleo de una cubierta ajardinada no es aconsejable, existen otras soluciones que contribuyen a reducir la emisividad térmica de la cubierta, como BMI Everguard, un sistema único con el que se cubren todo los requerimientos de aislamiento térmico e impermeabilización. Con un acabado impermeable de alta reflectancia para mitigar la emisividad térmica de la cubierta, esta solución, además, es resistente a los elementos externos y los microorganismos, y construye una protección continua sobre el aislamiento térmico de la cubierta, evitando la aparición de puentes térmicos. De esta manera, se eliminan las patologías por condensación, se mejora la salud y se reduce el consumo energético.
3) Cubiertas para ganar en eficiencia energética (dando cumplimiento a los objetivos de la Agenda 2030).
La energía limpia y accesible para todos es uno de los 17 ODS que Naciones Unidas impulsa en el marco de la Agenda 2030. Las instalaciones fotovoltaicas en cubierta pueden dar respuesta a este reto, proporcionando el acceso a una fuente de energía limpia y económica a los usuarios de un edificio.
En España, la aprobación del Real Decreto, el RD 244/2019 abre un nuevo abanico de posibilidades y, además, facilita el realizar una gestión más eficiente de la energía capturada, ya que permite que la energía no consumida por el inmueble se vierta a la red y pueda ser descontada de la factura final de los usuarios.
4) Cubiertas para edificios de consumo de energía casi nula (dando cumplimiento al nuevo CTE).
La modificación del Código Técnico de la Edificación (CTE), aprobada en diciembre, habla específicamente “de la mejora de la calidad de las envolventes térmicas de los edificios y del fomento del uso de las tecnologías más eficientes y sostenibles para su acondicionamiento, lo que permitirá alcanzar unas condiciones adecuadas de confort con el mínimo gasto energético”. Con este cambio, el Gobierno pretende adaptar el CTE a las nuevas exigencias en materia de edificación, que mejorarán las prestaciones de los edificios tanto en eficiencia energética como en aquellos aspectos relacionados con la salud, el confort y la seguridad de los usuarios.
El aislamiento de la cubierta, como parte fundamental de la envolvente del edificio, será clave para dar cumplimiento a la nueva normativa. En este sentido, sistemas como BMI Tectum® Pro, que aportan un alto grado de aislamiento a la cubierta, ayudarán a dar respuesta a estos nuevos requerimientos. Su instalación mejora la sostenibilidad del conjunto, elevando el grado de salud y confort al estar compuesto por productos medioambientales libres de plomo.
“Desde BMI estamos convencidos de que estas tendencias no sólo marcarán 2020, también cambiarán de manera definitiva nuestra forma de entender el diseño y construcción de los inmuebles” concluye José Hermindo Prieto, BMI Expert Manager.