También es importante la distancia entre perforaciones y la disposición de las mismas, “ya sea en cuadrícula, al tresbolillo y otra adaptada a la zona a demoler”. En algunos proyectos se realizan perforaciones de diámetro 40 mm, con una profundidad de agujero de 0,40 m y una distribución de las perforaciones en malla con distancia entre las mismas de más o menos 0,20 m.
“Tras la perforación es el momento de la carga del mortero preparado con el Cras, y una vez efectuada, es ya cuestión de tiempo que se produzca la rotura de la roca, al entrar en juego la reacción expansiva por hidratación que se genera”, detallan.
A partir de ahí, la roca estará lista para ser retirada como escombro “tras sesenta horas de la aplicación del mortero preparado con Cras”. Si bien al reacción de hidratación y la presión expansiva asociada a la misma, se genera desde el primer momento, “la rotura fruto de esta presión suele producirse entre dos y tres días tras la carga de los orificios practicados en la roca a demoler”.
Con estos tiempos en mente “y con el asesoramiento que presta Kayati”, se puede realizar una planificación de los tiempos de demolición dentro de proyectos más amplios, “algo muy apreciado por los contratistas”.