Es importante aumentar la resistencia a tracción de los morteros frente a las tensiones que se crean en puntos singulares debido a mayores solicitaciones mecánica; de este modo disminuye el riesgo de fisuraciones provocadas por la concentración de esfuerzos locales. La ausencia de mallas dará lugar a la aparición de fisuras o grietas, convirtiéndose, por ejemplo, en puntos de acceso de agua.
Por ello es tan importante su tratamiento ya que en caso contrario tendremos que llevar a cabo una reparación del sistema en la zona afectada. En esa reparación, deberemos en primer lugar, retirar la parte del sistema dañado y realizar una limpieza del soporte; hay que retirar todo el producto que haya quedado adherido. Como sabemos para la aplicación de un sistema de aislamiento térmico por el exterior SATE lo primero que hay que hacer es evaluar el estado del soporte y su limpieza, por lo que en una reparación se seguirá el mismo ejercicio de valoración, adecuación y regularización del soporte.
Una vez listo el soporte, colocaremos el material aislante solapado con el existente y aplicaremos la capa base de mortero. Posteriormente se colocará la malla de refuerzo, que tiene que estar embebida en el espesor medio de la capa de revestimiento. De forma adicional se deben colocar otras piezas de malla de refuerzo en los puntos antes mencionados. Una vez colocados los refuerzos, dejaremos secar y aplicaremos uniformemente una segunda capa de mortero base.
Por último, se aplica el acabado final; para ello, se comprobará que la capa de mortero precedente esté completamente seca y fraguada antes de la aplicación del revestimiento. Hemos de tener en cuenta que los efectos atmosféricos pueden influir en el periodo del fraguado haciéndolo variar. Para una correcta aplicación del acabado se empleará una capa de imprimación previa a la aplicación del revoco, cuando sea preceptivo.
Se recomienda aplicar las capas de mortero de manera compacta para reducir la existencia de capilares que posibiliten la penetración del agua hacia capas interiores. Se debe intentar que sean de colores similares tanto entre si como con la fachada SATE original para evitar diferencia de colores entre la zona original y aquella en la que se ha realizado la reparación.