Evitar el cuello de botella en ascensores en la era pos-COVID es un reto para los gestores de edificio. Donde anteriormente entraban una docena de personas ahora, en algunos casos, solo pueden ocupar el espacio 2 o 3 personas
Como solución, la compañía TÜV SÜD apuesta por la simulación y planificación de flujos de pasajeros para poder cumplir con las medidas de protección e higiene, minimizar las aglomeraciones en vestíbulo y gestionar mejor las diferentes plantas del edificio.
Cuando se diseñan las instalaciones en un eficio, en la realización de la simulación del flujo de personas, se tienen en cuenta características como el número de plantas, usos y horarios de ocupación. La simulación analiza e interpreta los datos para definir el número óptimo de equipos, núcleos, carga útil y capacidad, situación, dimensiones, velocidad nominal y tecnología, entre otros aspectos.
"Este procedimiento en tiempos de COVID-19 puede revertirse fácilmente usando el mismo principio de simulación, pero a la inversa", señalan los técnicos. Para la realización de esta simulación inversa se tienen en cuenta parámetros como tasas de teletrabajo, fases de inicio/retorno al edificio para obtener modelos fiables del tráfico de pasajeros de los ascensores (capacidad, tiempos de esperas, colas), adaptados exactamente a las necesidades del edificio.
De este modo, "podremos diseñar una estrategia para optimizar la tasa de ocupación del espacio de oficina según la ratio de teletrabajo, cumpliendo las medidas de protección e higiene contra la propagación del coronavirus y haciendo un uso efectivo del edificio para dar respuesta a preguntas como ¿cuánto tiempo tenemos que esperar al ascensor?, ¿qué colas pueden formarse en el vestíbulo?", concluye Ricardo Marcos, Business Development Manager de TÜV SÜD España y Portugal.