El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), mediante el proyecto Kerlam, ha desarrollado un panel cerámico híbrido mediante la tecnología de adhesión en frío, con buenas propiedades mecánicas, tales como aislamiento, ligereza, tenacidad, etc. Para su creación se han empleando láminas de propiedades diferentes.
Para la selección del adhesivo idóneo, el equipo de investigadores ha probado adhesivos comerciales de naturaleza química diferente, de los que se ha determinado su resistencia a la cizalla, curva carga-deformación y la naturaleza de su fractura: cohesiva-adhesiva. "Basándonos en estos resultados, hemos seleccionado los que potencialmente serían más adecuados para la adhesión de láminas", señalan.
También se han caracterizado mecánicamente materiales cerámicos y no cerámicos de espesores diferentes. Con los adhesivos seleccionados y láminas de materiales de naturaleza diferente, tales como porcelánico, madera, pladur o vidrio, de distintos espesores, previamente caracterizados, se han desarrollado unos paneles cerámicos, de dos o más láminas adheridas, e híbridos, en los que al menos una de las láminas era de porcelánico.
Cabe destacar que también se han elaborado, a escala piloto, paneles que utilizan como lámina superficial un composite o materiales vitrocristalinos, los cuales poseen "excelentes propiedades químicas y mecánicas". Se ha comprobado que el comportamiento mecánico de todos los paneles estudiados, especialmente el tipo de fractura, depende, fundamentalmente, de la naturaleza del adhesivo. Del estudio realizado se desprende que se pueden obtener paneles híbridos con buenas propiedades mecánicas compatibles con una elevada deformación antes de la rotura, empleando adhesivos flexibles comerciales. Este tipo de comportamiento mecánico amplia las aplicaciones de los recubrimientos cerámicos actuales.