Recientemente, diversas instituciones y asociaciones profesionales, entre las que se incluye Hispalyt, han reivindicado que la construcción y la rehabilitación con criterios de eficiencia y sostenibilidad son dos pilares fundamentales para la recuperación económica tras la crisis del COVID-19. En esta nueva realidad, los materiales y sistemas cerámicos están llamados a convertirse en poderosos aliados, ya que garantizan la eficiencia energética y la sostenibilidad de las edificaciones, cumpliendo con la normativa y ofreciendo a los usuarios unas condiciones óptimas de confort y habitabilidad.
Los productos cerámicos ya forman parte de la vida cotidiana de millones de personas, integrados en las construcciones en todo tipo de edificios. Son materiales de origen natural, seguros, duraderos, versátiles y económicos. Es por eso que se utilizan en la construcción de edificios desde hace más de 6.000 años, adaptándose a los gustos y necesidades de cada época. Encontramos ejemplos de construcciones emblemáticas hechas con productos cerámicos desde la antigüedad hasta nuestros días, como la Gran Muralla China, el Coliseo Romano, la Alhambra de Granada o, más recientemente, el rascacielos Chrysler de Nueva York y el Tate Modern de Londres.