Marín realizó un análisis de la situación actual del sector, señalando que durante el año pasado la actividad de la construcción en Euskadi aumentó un 12,5%. No obstante, según ha señalado, “en términos de volumen de negocio, el sector de la construcción creció únicamente el 1,04%, en comparación con el 2,5% de la economía.
La facturación del sector de la construcción registró en Euskadi en 2019 un aumento del 7,9% con respecto al ejercicio anterior, con comportamientos positivos en los dos subsectores que lo componen: la Edificación tuvo un aumento del 8,3% y la Obra Civil presentó una subida del 4,5% en relación a 2018. En cuanto al empleo, el índice de ocupación registró un crecimiento del 3,2% en el conjunto del año 2019. Por ello Marín ha señalado “la necesidad de reclamar y situar el sector de la construcción en el ámbito económico industrial vasco”.
Para 2020, un año lastrado por la pandemia que ha derivado en una preocupante crisis económica, el máximo responsable de Eraikune ha adelantado que la rehabilitación de viviendas es el ámbito que está ofreciendo mejores cifras pero todos sabemos que además de la vivienda, lo que realmente tracciona es, sobre todo, la obra civil. “Sí, estamos creciendo, pero no al ritmo que deberíamos”, ha matizado.
Este nuevo empuje está generando “nuevas oportunidades de negocio y empleo”, destacó Marín. En términos de ocupación, el sector de la construcción creció en torno a algo más de 1% el año pasado, “pero deberíamos generar mucho más”, ha alertado el máximo responsable del clúster, porque este sector es un gran generador de economía y empleo, siendo en Euskadi cerca del 15 % del PIB en términos de valor para la economía de nuestra comunidad.
Para ello, desde Eraikune apuestan por la Construcción Sostenible, “eje fundamental para la promoción de la Economía Circular como base para el desarrollo social y económico del entorno”. “Nuestra industria está en ese camino –ha dicho Marín-- incorporando criterios de sostenibilidad en proyectos de diseño, desarrollando nuevos materiales, y recirculando los residuos derivados de la construcción y la demolición”.
De cara al futuro, Marín ha destacado la necesidad de una mayor solvencia técnica y financiera para desarrollar “proyectos estratégicos de alto impacto” para hacer frente a un mercado internacionalizado y desafiante. “Esto obligaría a un incremento del volumen de inversión en I+D+I, una mayor apuesta por el talento y por la formación especializada como base para los profesionales de la construcción”, ha dicho.
Adicionalmente, la industrialización de la construcción debe complementarse con una alta capacidad de “servitizar” el conocimiento generado en proyectos estructurales y "trasladarlos a nuestro entorno". Además, según apunta el presidente de Eraikune, “debemos ser capaces de acceder a mercados internacionales, transfiriendo nuestro know-how en el desarrollo de nuevas ciudades e infraestructuras. En línea con estos planteamientos, las empresas de construcción se encuentran ante el reto de ganar tamaño para hacer frente a estos dilemas de futuro.
El sector de la construcción ha sido un elemento de contención del déficit estructural y debe ser todo lo contrario, un elemento estratégico y tractor para la salida de esta crisis.
El Clúster de la Industria de la Construcción de Euskadi Eraikune agrupa a 96 socios, con casi 10.000 trabajadores, que generan una facturación cercana a 2.500 millones de euros y representan casi el 50% de la industria de la construcción vasca. Su objetivo pasa por mejorar la competitividad del sector a través de la cooperación de todos los agentes de la cadena de valor, la internacionalización y la innovación.