Por segmentos, la edificación mantuvo el comportamiento más dinámico al aumentar un 9,2% y superar los 105.000 millones de euros, incluyendo en esta cifra el valor de los trabajos en edificios residenciales y no residenciales, así como la rehabilitación y el mantenimiento. No obstante, en 2019 aparecieron síntomas de debilitamiento de la inversión en edificación residencial, que supone el 40% de la edificación total, con un menor crecimiento del número de viviendas iniciadas y la superficie visada, y una caída de las transacciones de viviendas.
Los trabajos de obra civil mantuvieron un crecimiento del 2,5%, similar al contabilizado en el ejercicio anterior, de manera que la producción alcanzó los19.925 millones de euros.
La actividad de las empresas españolas en los mercados exteriores siguió marcada por el dinamismo de los grandes grupos, lo que permitió que el conjunto del negocio de construcción fuera de España creciera un 5,5% en 2019, situándose en 42.200 millones de euros.
El impacto de la pandemia COVID-19 sobre la actividad de construcción provocará una caída significativa del valor de la producción en 2020. Lasuspensión temporal de la actividad y las limitaciones a la circulación de personas provocaron un notable descenso en los primeros meses de 2020. Elnegativo contexto macroeconómico derivado de la citada crisis sanitaria continuará afectando negativamente a la actividad sectorial a corto plazo.
El número de empresas con actividad de construcción superó las 83.000 en enero de 2019, mientras que el número de empleados se cifró en 1,28 millones de personas en marzo de 2020. En 2019 los seis primeros grupos constructores reunieron el 27,2% del valor total de la producción, incluyendo España y extranjero. Al considerar exclusivamente la actividad en España la participación fue del 3,6%, mientras que en los mercados internacionales estos seis grupos absorbieron el 97,3% de la facturación.