Para el estudio de campo se han utilizado dos aulas en condiciones similares: mismo número de alumnos, misma distribución y mismos metros cuadrados. En el aula sin central de tratamiento del aire, denominada “aula básica”, se han llevado a cabo los protocolos de ventilación natural indicados por las instituciones, mientras que el aula con el dispositivo, denominada “aula CTA”, ha permanecido ventilada mediante el sistema electrónico y en ningún momento ha abierto sus ventanas, explcan desde Murprotec.
Tras ocho semanas de mediciones (el estudio concluye a final de semana) los datos han confirmado que la CTA puede regular, minimizar y gestionar la calidad del CO2, humedad y temperatura dentro de los parámetros establecidos sin necesidad de abrir las ventanas del aula. En el “aula básica” los índices de C02 en su pico más alto alcanzaron más de 2.500 ppm (partes por millón) mientras que en el “aula CTA” los índices de C02 registraron, según la franja horaria, una mejora en la calidad del aire de entre un 15 y un 35%, en comparación con el aula donde se ha estado ventilando de forma natural.