Estas nanoparticulas de grafeno aumentan la durabilidad y vida útil del hormigón y mejoran los resultados de penetración de agua bajo presión, protección contra la carbonatación, difusión de cloruros o resistencia a sulfatos.
El grafeno es un material procedente del carbono de última generación y es altamente resistente, 200 veces más que el acero, transparente, muy flexible y elástico. Además cuenta con una elevada conductividad eléctrica y térmica, y es reactivo químicamente con otras sustancias para producir compuestos.
Por otra parte, tiene una gran ligereza, similar a la fibra de carbono, y en su forma oxida absorbe residuos radioactivos. Además tiene propiedades autorreparadoras entre láminas de grafeno, es ecológico y biocompatible.
Este proyecto ve la luz después de años de investigación y desarrollo de combinaciones de diferentes tamaños de partícula y compuestos en base grafeno introducidas en una matriz de cemento.