La organización solicita que las obras denominadas coloquialmente como obras menores y que el Instituto Nacional de Seguridad y Salud identifica como obras sin proyecto queden también recogidas por la norma.
“Lo que solicitamos en que se incluya de forma expresa en el texto normativo la definición de proyecto, como el conjunto de documentos que definen y determinan las obras de construcción, y que quede claro qué obras requieren de un Estudio de Seguridad y Salud o, en su caso, Estudio Básico de Seguridad y Salud y por tanto, de un Plan de Seguridad”, afirma el presidente del CGATE, Alfredo Sanz.
El Real Decreto limita la obligatoriedad de elaborar documentos esenciales para el control preventivo de la seguridad de los trabajadores, a las obras que requieren de proyecto (art. 4 RD 1627/1997), si bien no define qué se entiende por proyecto a los efectos de esta norma.
Esta falta de definición condiciona la aplicación de varios de los preceptos más relevantes del Real Decreto a efectos de prevención y, en opinión del CGATE, ha generado una inseguridad jurídica en cuanto a su cumplimiento y la documentación sobre seguridad que se debe recoger en cada obra o intervención.
“Cuando pensamos en siniestralidad en el sector, siempre nos imaginamos grandes obras con maquinaria pesada, trabajos en altura, etc., pero, aunque parezca mentira, son las obras menores, en las que ocurren más accidentes laborales, a veces con consecuencias muy graves”, reflexiona Alfredo Sanz.