Desde la Revolución Industrial y la construcción de grandes fábricas, la implementación de la cadena de montaje, la producción en serie y a gran escala entre otros factores, los niveles de contaminación han ido en aumento prácticamente hasta nuestros días. En ese contexto nos encontramos en la actualidad con unos niveles muy por encima de los deseables.
En estos últimos años, dejando a un lado la Covid19, uno de los temas que más ha sido protagonista en los telediarios, prensa, etc. ha sido sin duda el cambio climático. Cada vez nos resultan más habituales conceptos como agenda 2030, proyectos internacionales que buscan un compromiso de todos los países para resolver una problemática común en todos los rincones del planeta. El inicio más notorio de estos proyectos se podría situar en el año 1997 con la celebración en Japón del Protocolo de Kioto, cuyo objetivo principal era adquirir un compromiso internacional para reducir los gases de efecto invernadero, los cuales tienen consecuencias directas en el cambio climático y el calentamiento global.
Una de las principales apuestas a la hora de tratar de revertir los efectos del cambio climático es el de la utilización de energías renovables. El sol, el viento o el mar son fuentes de energía inagotables que además tienen un bajo impacto negativo en el medio ambiente, en contraposición con los combustibles fósiles.
Para la obtención de estas energías son necesarias infraestructuras que permitan obtener y almacenar las mismas. Es aquí donde la rejilla entra en escena y es que en su uso en plataformas y escaleras tiene cabida en muchas obras de este tipo. Otro lugar habitual y algo más específico donde podemos encontrar rejilla metálica es en aerogeneradores y torres eólicas. Más adelante explicaremos cómo la aplicación de este producto en acero contribuye a reducir la contaminación indirectamente.
Responsabilidad compartida
Según algunos expertos, el daño causado por el calentamiento global podría ser ya irreversible, por lo que todos tenemos nuestra parte de responsabilidad y debemos ser parte de la solución. Desde Grupo Relesa, buscamos siempre mejorar nuestro proceso de fabricación y de galvanizado para que el impacto en el medio ambiente sea el mínimo posible.
Una de las ventajas que tenemos a la hora de reducir este impacto es el material con el que trabajamos: el acero. Sin obviar que su extracción y producción implica varios procesos no exentos de generar contaminación, es sobre todo en su uso final cuando la rejilla se convierte en un producto mucho más sostenible que el resto de materiales usados en construcción. Esto se debe a que el acero es un material reciclable casi en un 100%, lo cual hace que en comparación con otros materiales como el hormigón, que apenas llega al 20% o la fibra de vidrio, se destaque sobre los demás en ese aspecto. Durante su reciclaje, este material no pierde ni calidad ni resistencia, pudiendo incluso mejorar estas propiedades mediante el propio proceso.
Por otra parte, debemos de hablar sobre el mantenimiento. A priori puede ser una fase que no se tenga en cuenta al cuantificar la sostenibilidad, sin embargo es preciso evaluarla como una más en la suma de procesos que generan residuos y contaminación. El mantenimiento es necesario en muchísimos elementos de nuestra vida diaria como pueden ser ciertos componentes de los vehículos, elementos en edificaciones, instalaciones industriales o en la vía pública así como un largo etcétera. La ventaja de la rejilla reside en que puede ser instalada sin requerir mantenimiento en muchos años. Si específicamente se trata de rejilla galvanizada (el acabado más habitual), la resistencia que le aporta el zinc al paso del tiempo es mucho mayor, pudiendo encontrar casos en los que dependiendo del ambiente al que estén expuestas, puedan durar perfectamente 20 años o más sin ser necesario sustituirlas.
Una vez que ya hemos hablado de reducir (haciendo referencia al mantenimiento) y reciclar (el acero es un material totalmente reciclable) nos quedaría encajar un último concepto de las tres "R" que componen la estrategia. No es otra que reutilizar. Esta palabra puede conllevar a confusión con la de reciclar, pero aquí nos referiremos respecto a nuestro producto a reutilizar como el proceso de colocarlas en otros lugares. Es sin duda algo más complicado de llevar a cabo puesto que se trata de un producto fabricado a medida (exceptuando los módulos estándar en rejilla o peldaños de rejilla metálica) por lo que encajar en diferentes proyectos en la práctica es una idea muy remota. A pesar de ello, no queríamos pasar por alto esta posibilidad, mencionando también que las rejillas pueden ser cortadas y en última instancia, si no hay otra manera de aprovecharlas se podrían reciclar tal y como hemos visto anteriormente.
Formación del Grupo Relesa
El Grupo Relesa está formado por tres empresas: Rejillas Electrosoldadas (Relesa), fundada en 1982, Galvanizados del Mediterráneo (Galvame) en 1997 y Línea de Corte (Lidecor) en 2004. Con esta última empresa se logra la integración total del proceso productivo y la consolidación del Grupo Relesa como marca.
¿Cómo ayuda esta integración a reducir el impacto ambiental?
Además de dotar de un control total sobre el proceso de fabricación, el impacto positivo se produce sobre todo en el ahorro del transporte, y es que desde que llega el primer camión con el acero a nuestras instalaciones, no es hasta que termina el proceso de galvanizado cuando resulta necesario utilizar otro transporte, en este caso para hacer la entrega final al cliente. Gracias a realizar todo el proceso en las mismas instalaciones, estamos evitando como mínimo entre dos y cuatro transportes.
Certificaciones energéticas LEED
El sistema de certificación LEED tiene en cuenta los materiales usados en construcción de edificios teniendo en cuenta su vida útil, abarcando desde la extracción de los materiales para su manipulación, continuando con su transformación, transporte, instalación, mantenimiendo y final de su vida útil. Con este sistema se realiza una evaluación del coste durante el ciclo de vida de cada material considerando también en ese proceso su reutilización, rehabilitación y reciclado. Para obtener una buena puntuación en este certificado es crucial realizar una adecuada elección de los materiales a utilizar, eligiendo aquellos que tengan un menor impacto en el medio ambiente y que a su vez generen los mínimos residuos posibles.
La aplicación de rejilla en edificios, además de las ventajas intrínsecas del material, aporta un valor fundamental de cara a esta certificación, ya que se trata de un producto totalmente reciclable y para cuya fabricación se utiliza material reciclado, por lo que el impacto negativo generado se reduce considerablemente.
Un compromiso por escrito
Con la aparición de nueva legislación relativa al medio ambiente y a su protección, surgen a su vez nuevas certificaciones que permiten reflejar que las empresas cumplen determinados objetivos y requisitos, existiendo también certificados más restrictivos que la propia normativa, situándose por delante de la legislación actual.
En Grupo Relesa disponemos de sistemas de gestión de calidad así como ambientales para garantizar la eficiencia de los procesos, relativos al medio ambiente podemos mencionar el certificado LEED (también conocido como certificado UNE EN ISO 14021 o también Environmental Product Declaration).
También podemos suministrar la ecoetiqueta TIPO II, un sistema de autodeclaración ambiental que efectúan los propios fabricantes, sin necesidad de una certificación externa.
En conclusión, desde Grupo Relesa estamos firmemente comprometidos con el medio ambiente, por lo que además de los procesos y certificados disponibles, estamos trabajando en la consecución del relativo a la huella de carbono. Este certificado cuantifica la huella de carbono (cantidad total de emisiones que genera el producto teniendo en cuenta cada una de las fases de producción) de los productos que suministra cada empresa. Con su obtención, Grupo Relesa consolidará su apuesta por la sostenibilidad de sus productos y proceso de fabricación en el camino hacia una neutralidad de carbono.