El pasado 18 de junio tuvo lugar la entrega de premios del XXXI Concurso de Soluciones Constructivas Pladur mediante el que este año se animaba a más de 30 universidades y escuelas de arquitectura de España y Portugal “a reflexionar sobre el futuro modelo de vivienda y ciudad que necesitan las personas mayores, fortaleciendo la solidaridad intergeneracional”.
Bajo el lema “Pensar en ellos, crear para ellos”, la última edición del certamen más longevo del sector alentaba a los jóvenes arquitectos del futuro a plantear un proyecto de ‘Senior Housing’ que desafiara los modelos existentes y mejorara la calidad de vida en la tercera edad: respetando los criterios de sostenibilidad, el cuidado de la salud y del bienestar, y fomentando un envejecimiento activo.
Primer premio
El primer premio recayó en Pedro Pinto, de la Universidade Lusófona de Lisboa, quien resume su proyecto en tres conceptos fundamentales: “sostenibilidad, conexión y vivencias”.
Volver al pueblo aporta calidez y humanidad a los hogares para las personas mayores en la ciudad, manteniendo un equilibrio entre el respeto a la privacidad y la interacción social. “El concepto no es el de un edificio, sino el de una aldea —remarca el joven lisboeta—, que permite conciliar lo rural con lo urbano y los espacios al aire libre comunitarios con espacios interiores más individuales y reservados”. La propuesta subraya que todos los módulos están equipados con paneles fotovoltaicos en el techo y un sistema de aprovechamiento de aguas pluviales.
Segundo premio
El segundo premio fue para los estudiantes de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante: “Nuestro Village People es una residencia de ancianos que ofrece una experiencia de retiro mucho más agradable y estimulante”.
El proyecto de José Antonio Caja, María Almagro y Joaquín López-Torres parte de un escenario de descanso más cercano a la sencillez del ambiente rural, donde la luz modifica el entorno (cada vivienda recibe luz solar todo el año) y en el que se favorece la interacción al máximo.
“El diálogo entre el entorno y sus habitantes es constante, favoreciendo la relación con sus vecinos, sus familiares o los propios lugareños. Y las unidades habitacionales están exentas, para ofrecer mayor comodidad y privacidad a los residentes.”
Tercer premio
El tercer premio lo recibieron los alumnos Jose María Quesada, Alba Pérez y Julie Catinaud, de la Escuela Técnica Superior De Arquitectura de la Universidad de Granada. Faixas da Flora pretende crear un ambiente sostenible lleno de vitalidad, perfecto para encontrar la comodidad que permita a sus residentes vivir felices.
“Es necesario crear ambientes cálidos, acogedores y sanos que permitan a las personas mayores sentirse parte de un hogar”, explican sus creadores.
El edificio se encuentra rodeado de zonas de cultivo, proponiendo una motivación diaria sostenible para sus residentes, y en sus materiales y técnicas constructivas se manifiesta una gran apuesta por el acondicionamiento pasivo, bajo la búsqueda de un posible calificativo PassivHaus.