Iñaki Unsain, presidente de la, explica que “los precios podrán aumentar en torno a un 4% o un 5% de cara al próximo año”. Además, el experto matiza que este aumento se podría producir en el segmento de la obra nueva “debido al aumento del coste de materias primas y de la inflación”. Una tendencia que podría contagiar a la segunda mano si la situación de la COVID-19 continúa mejorando y la recuperación económica sigue aumentando.
En referencia a las viviendas segunda mano, Montse Moreno, vicepresidenta de AEPSI, explica que “de cara a 2022 un factor que podría a la venta de inmuebles de segunda mano es la entrada en vigor el nuevo valor de referencia sobre el que calcular el impuesto de transmisiones patrimoniales, ya que se desconoce si será superior a los precios de venta o no”.
¿Cómo se comportará el segmento del alquiler?
En los últimos meses, el mercado del alquiler ha empezado a adquirir protagonismo tanto en compradores como en inversores. El alquiler tiene bastante fuerza, en especial en grandes capitales como Barcelona y Madrid, pese a que no se ha visto reflejado en aumentos de precio.
Si echamos la vista atrás, las caídas se situaban en torno al 15% debido a la falta del turismo. “No obstante, estas cifras poco a poco se van revirtiendo porque muchas viviendas que se encontraban en el alquiler vacacional y que habían pasado al residencial o simplemente habían desaparecido del mercado, ahora vuelven debido a la llegada del internacional”, explica Montse Moreno, vicepresidenta de AEPSI. Por lo tanto, en 2022 se podría recuperar esta caída e incluso alcanzar los mismos precios de antes de la pandemia.
En lo que respecta a la nueva Ley de Vivienda, Unsain explica que “la oferta se podría contraer sobre todo el segmento de la inversión, como por ejemplo el Build to Rent, debido a la inseguridad que puede generar en este colectivo”. No obstante, no se espera que esta ley genere repercusión inmediata en 2022, sino que podría tenerla en unos dos años.
Un mercado hipotecario saludable
En los últimos meses la concesión de hipotecas ha aumentado considerablemente hasta alcanzar cifras de hace más de 10 años. En este contexto, las entidades han luchado para poder ofrecer las ofertas más competitivas. El tipo fijo se ha impuesto sobre el resto y ha representado un 65% del total de hipotecas. Además, se espera que el año se cierre con más de 400.000 concesiones y los expertos auguran que este dato podría incrementarse ligeramente en 2022.
Montse Moreno asegura que el mercado hipotecario es saludable y descarta la posibilidad de la creación de una burbuja inmobiliaria: “Los bancos siguen siendo muy prudentes en cuanto a la concesión de préstamos y se tiene muy en cuenta la solvencia del cliente, esto nos sitúa en un escenario muy alejado al de hace más de 10 años”.