Con el cierre definitivo de los datos del mes de diciembre, la variación interanual en el cuarto trimestre de 2021 se reduce una décima hasta el 8,5% desde el 8,6% provisional publicado el pasado 30 de diciembre.
“La demanda ha continuado invirtiendo parte de sus ahorros en el mercado residencial, impulsada por las nuevas necesidades de vivienda descubiertas durante el confinamiento y por los tipos de interés históricamente bajos que animan las decisiones de compra en un entorno de incertidumbre sobre la inflación”, afirma Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa.
Por el lado de la oferta, la construcción de nuevas viviendas se sigue reactivando de forma prudente en un escenario de costes de construcción al alza. “El número de visados acumulados durante el año se aproxima a niveles previos a la pandemia y el número de viviendas iniciadas se va incrementando”, apunta Arias, que, por el lado de la demanda, destaca la aparición de nuevas variantes del virus y la persistencia de la inflación como principales riesgos que pueden reducir la confianza del consumidor y deteriorar su poder adquisitivo.
La costa mediterránea (12,5%) y las islas (8,2%) destacan en diciembre como los grupos que más se encarecieron en tasa interanual, seguido de las áreas metropolitanas y de las capitales y grandes ciudades, ambas en el entorno del 7% de incremento, y los municipios más pequeños de interior, agrupados en ‘Resto de municipios’, donde la subida del precio medio en el último año es del 5,9%.
Cerrado el año, la costa mediterránea y las islas son los grupos que han registrado una mayor subida media en 2021: un 7,1% y un 6,1%, respectivamente, seguidos por las áreas metropolitanas y ‘Resto de municipios’, con un aumento promedio del 4,2% durante el año pasado en ambos casos. El grupo de las capitales y grandes ciudades, que inició más tarde la recuperación en la pandemia, muestra una variación media del 3,4% en 2021.