“Carrier está comprometida con lo que importa: el planeta, las personas y las comunidades. La empresa innova para abordar los retos más complejos y prioriza las soluciones que tienen el mayor impacto en la sociedad. Ampliando tres décadas de objetivos medioambientales, Carrier se ha comprometido a reducir la huella de carbono de sus clientes en más de una gigatonelada para 2030, además de lograr la neutralidad de carbono en sus propias operaciones”, explican.
Carrier fue evaluada en base a nueve criterios: innovación, responsabilidad social, solidez financiera, valor de inversión a largo plazo, competitividad global, gestión de personas, calidad de servicio, uso de activos corporativos y calidad de gestión. La clasificación, determinada mediante encuestas a ejecutivos, directores y analistas, se considera un cuadro de mando definitivo sobre la reputación corporativa.