Esos rasgos hacen que los procesos de reforma deban ser especialmente cuidadosos en la cocina. Eso no sólo implica hacer una revisión de las marcas disponibles en el mercado en cuanto a mobiliario o la correcta elección de una empresa especializada en realizar este tipo de renovaciones. También requiere de una selección de materiales certera. Los materiales constituyen uno de los principales factores de éxito durante los procesos de reforma.
Por eso, a continuación te proponemos algunos consejos básicos que te facilitarán las cosas. ¡Presta atención!
Suelos: La resistencia y la higiene deben prevalecer
Una de las mejores formas de garantizar la máxima durabilidad del suelo de nuestra cocina es optar por materiales resistentes. La cocina es una de las áreas más transitadas del hogar y, en consecuencia, debe estar especialmente protegida. Según revelan los expertos de Matmap, especializados en azulejos para cocinas y baños y otros materiales de construcción, el suelo porcelánico se alza como una de las apuestas más recomendables. Por un lado, requiere de unas rutinas mínimas de mantenimiento y, por el otro, es una de las alternativas más versátiles y atractivas del mercado desde el punto de vista estético.
Además, la higiene se convierte en una de las prioridades al tratarse de un entorno destinado directamente a la manipulación de alimentos. Puedes valorar la posibilidad de revestir tu suelo con madera o, en su defecto, recurrir al vinilo para emular a aquella. El vinilo se ha convertido en una de las fórmulas estrella dentro de los procesos de reformas. La calidez, el realismo y la limpieza que ofrecen son realmente destacables.
Paredes: El auge de los revestimientos
A la hora de seleccionar la mejor fórmula para las paredes de la cocina también podemos encontrar una amplia variedad de opciones. Escoger una u otra variará en función de nuestras prioridades (por ejemplo, a nivel estético) o de nuestro presupuesto disponible.
Si contamos con un presupuesto limitado quizá la alternativa más apropiada (y asequible) sea la pintura. En el caso de que esta haya sido tu decisión final debes tener en cuenta que la cocina es un lugar especialmente susceptible de que se produzcan contrastes térmicos como resultado de los procesos de cocinado o, por ejemplo, contrastes importantes en los niveles de humedad.
Por esto, la opción más higiénica, durable y resistente es la pintura acrílica o impermeable. Con ellas podrás mantener tu cocina limpia de una forma mucho más sencilla y cómoda.
No obstante, durante los últimos años hemos podido ver cómo los revestimientos vinílicos han adquirido una especial presencia en los hogares. ¿La razón? Proporcionan una apriencia diferente y tienen una gran capacidad para conformar composiciones creativas. En el mercado puedes acceder a opciones variadas y amplias como por ejemplos los revestimientos de color de pizarra.
No obstante, si estás buscando algo más tradicional y que al mismo tiempo sea resistente, fácil de mantener y de limpiar, sin duda deberás echar un vistazo a los revestimientos cerámicos. Son uno de los más populares y constituyen una opción segura para prácticamente todo tipo de diseños de cocina.
Mobiliario: Higiene, estética y funcionalidad
Si atendemos a funcionalidad y seguridad no podemos olvidarnos de uno de los componentes indispensables: El mobiliario. Escoger los muebles que se adapten mejor a nuestra cocina puede convertirse en una tarea compleja teniendo en cuenta la enorme variedad de propuestas y marcas que podemos localizar en el mercado. No obstante, una buena forma de tomar decisiones es prestar atención a sus materiales (además de a sus precios, claro).
Por ejemplo, en el área del fregadero y de los fogones es especialmente recomendable integrar soluciones que cuenten con planchas de acero o vidrio. ¿La razón? Facilitan y simplifican los procesos de limpieza. Además, pueden ser buenos aliados para generar contrastes estéticos y dotar de cierto dinamismo a algunos puntos específicos de la estancia.
Por otro lado, el granito sigue siendo el material más comercializado para las zonas de encimeras. Su reducido precio, su elevada resistencia o la amplia variedad de acabados estéticos le han convertido en una solución prácticamente universal. Además, también destacan opciones como el cuarzo (por su durabilidad) o los materiales de origen sintético (estos últimos para bolsillos más ajustados).