La gravedad de la situación arrancó hace más de un año, dicen, con un importante desabastecimiento de componentes de índole química. Concretamente con los aditivos que les permiten mejorar las prestaciones de los morteros, conjugándose la escasez con el elevado precio.
A este aspecto señalan que hay que añadir otros factores como el aumento de precio de muchas de las materias primas, ya sea el cemento, los áridos, el papel para los sacos, etc. Todo ello agravado con el constante aumento del coste de la energía y los combustibles, lo que ha originado la reciente huelga de transporte que ha dejado a los fabricantes de morteros y SATE desabastecidos y sin posibilidad de distribuir sus productos. Una serie de factores que no han hecho más que empeorar la situación global.
Para Celia Pérez, presidenta de Anfapa, “esta situación compleja pone en riesgo a la industria del sector, que ya ha tenido que reducir sus márgenes para no trasladar todos los incrementos al cliente, y que ahora se encuentra sin alternativas, con el consiguiente riesgo para los miles de empleados que en ella trabajan”.
Pérez asergura que nos encontramos "en una espiral vertiginosa y altamente incierta y la industria ya no tiene margen para absorber el crecimiento continuado de costes. Estamos dentro en un escenario de constantes subidas, algunas de ellas anunciadas ya para el próximo mes de mayo.
En riesgo el cumplimento de las exigencias europeas en rehabilitación
La gravedad de la situación que vive el sector industrial de los fabricantes de morteros y SATE no sólo puede afectar a miles de empleados, sino que también puede tener consecuencias medioambientales. Tal como señala la presidenta de ANFAPA, Celia Pérez, “si esta situación se mantiene o se agrava, corremos el riesgo de que España no cumpla con las exigencias europeas en materia de eficiencia energética y rehabilitación de edificios”.
En este aspecto, “Anfapa tiene la firme convicción que la construcción puede ser parte de la solución a la situación de crisis económica”, más aún cuando va a ser una actividad esencial en los próximos años, de hecho 7 de cada 10 euros de los fondos NextGeneration van a estar directa o indirectamente relacionados con la construcción.
Tal como apunta Celia Pérez, “la llegada de ayudas por parte de la Unión Europea permitirá incrementar esa demanda sobre todo en proyectos relacionados con eficiencia energética donde morteros y SATE adquieren gran protagonismo, pero esto no va a ser posible sin que la Administración, con carácter de urgencia, adopte todas las medidas necesarias para frenar esta espiral negativa y acabe revirtiéndola.”