El segmento de viviendas fue el que experimentó el peor comportamiento en el bienio 2020-2021, con caídas en el valor de la producción del 8% en 2020 y del 3,5% en 2021, descendiendo hasta 64.890 millones de euros. No obstante, la finalización en 2021 de trabajos iniciados antes de la pandemia propició un aumento del número de viviendas terminadas del 8,6%, las cuales se situaron en 94.048 unidades.
La producción en el segmento de otros edificios y construcciones creció un 4,8% en 2021, cifrándose por encima de los 54.100 millones de euros y recuperando parte de la actividad perdida en 2020, cuando cayó un 8,7%. Cabe destacar que en el área de edificios no residenciales la superficie visada de obra nueva aumentó un 14,1%, frente a la fuerte caída del 16,7% registrada en 2020.
Respecto a la actividad de las empresas españolas en mercados exteriores, mantuvo una tendencia positiva en 2021 gracias a la reactivación de proyectos pendientes y al inicio de nuevos proyectos adjudicados, si bien el crecimiento fue moderado (+0,8%), alcanzando 37.900 millones de euros.
Las perspectivas para la actividad a corto y medio plazo son positivas, gracias el previsible crecimiento de la inversión pública en proyectos de construcción. De esta forma, se espera que el valor de la producción en España aumente en 2022 en torno a un 4% en términos reales.
El número de empresas con actividad de construcción operativas en enero de 2021 superó las 87.100, mientras que el número de personas ocupadas ascendió a 1,32 millones en el primer trimestre de 2022, un 4,3% más que en el mismo período del ejercicio precedente.
Los seis primeros grupos constructores reunieron en 2021 en torno al 27% del valor conjunto de la producción en España y el negocio de las empresas españolas en el extranjero. Esta participación llegó a situarse en el 98% al considerar exclusivamente los mercados internacionales, mientras que en España los seis primeros grupos acaparan únicamente en torno al 4% de la producción.