Con una tasa de variación anual de -2,4%, la construcción experimentó en 2021 el ritmo de descenso más acelerado de los cuatro grandes sectores de actividad, "si bien fue menor que las caídas experimentadas por subsectores de Servicios como el de financiación a empresas de intermediación financiera, cartera cuyo saldo de crédito vivo menguó un 9,1% y la de hostelería, que se redujo un 6,3%", explican.
Según el estudio, el endeudamiento de las compañías dedicadas a la construcción retoma la senda descendente iniciada en 2008 y solamente interrumpida en 2020 a causa de la llegada del coronavirus, cuando experimentó un crecimiento superior al 7%.
En lo que concierne a los impagos, la tendencia también es a la baja desde hace décadas y ni siquiera la pandemia la ha invertido. A diciembre de 2021, el saldo de créditos dudosos otorgados a constructoras cayó cerca de 250 millones de euros hasta quedar ligeramente por encima de los 2.300 millones de euros. Sin embargo, a pesar de que su cartera de crédito dudoso sigue reduciéndose, la construcción revalidó en 2021 su posición como el sector que registra la tasa de mora más alta: 8,5%, según AIS, en base a datos del Banco de España.