El repunte del precio del alquiler es un efecto directo del aumento de la demanda para arrendar residencias en detrimento de la compra, una tendencia que incita a la inversión. Aunque tanto el presupuesto como la capacidad financiera de la demanda, así como la ratio de endeudamiento que pueden afrontar hogares e inversores no parece que esté dando lugar a un cambio de ciclo inmobiliario en el corto plazo.
Entorno macroeconómico incierto
La directora general y fundadora de Inviertis, Rebeca Pérez, indica que "el entorno macroeconómico incierto que estamos viviendo es el que mayor dinamismo provoca para el auge de la inversión en real estate, que sigue siendo el segmento más atractivo gracias a su resiliencia y la estabilidad de la rentabilidad", De hecho, el segmento de inversión ha registrado durante el pasado verano una elevada actividad, y en septiembre, ha notado un repunte en la demanda.
Por su parte, el director general de Tecnotramit y asesor de Inviertis, Vicenç Hernández Reche, incide en que "se ha producido un freno generalizado en el sentimiento inversor dentro del mercado inmobiliario global y la brecha entre oferta y demanda en el mercado de transacciones se está abriendo. Pese a todos los vientos en contra que han aparecido estos últimos meses, el inmobiliario muestra signos de estabilidad al contar con unos mercados alternativos que no ofrecen mejores rentabilidades comparativas”.
"Vamos a seguir notando escasez de obra nueva porque la producción de esta tipología de activo depende del capital privado, un sector cuya capacidad de endeudamiento está menguando y que está en un escenario de incertidumbre en lo que respecta al retorno de la inversión de los proyectos iniciados este año", añade Rebeca Pérez.
Los inversores inmobiliarios han crecido un 10% por la inflación y la guerra
La inestabilidad no apunta a mejorar en los próximos meses, esto constituye una oportunidad para aquellos inversores que buscan tranquilidad y una rentabilidad estable, razón por la que el número de inversores inmobiliarios, ha crecido ya un 10% a estas alturas de año. A esta tendencia se suma el interés de las familias españolas por la compra de una residencia debido a la inminente subida de precios y de tipos de interés, factores que pueden hacer que logren adquirir las residencias en mejores condiciones.
"Si la inflación sigue subiendo de la mano de los tipos de interés y sigue habiendo liquidez, el mercado aguantará. Pero, con que uno de esos parámetros cambie, estaremos ante una caída de la demanda que afectará a los precios, aunque no al apetito inversor", vaticina la directora general.