El proyecto tiene como objetivo conseguir desarrollar superficies cerámicas con poder biocida. Además, se centra en poder ofrecer a las empresas cerámicas el conocimiento necesario para que puedan obtener productos cerámicos de uso cotidiano con propiedades biocidas, con los que poder dar respuesta a pandemias como la Covid-19 o a futuras amenazas biológicas.
Uno de los miembros del equipo de investigación explica que "este estudio nos ha presentado alguna dificultad, los resultados obtenidos han puesto de manifiesto que el principal obstáculo en el desarrollo de estos materiales viene dado por las elevadas temperaturas utilizadas en el proceso de fabricación cerámica que pueden alcanzar los 1.400 ºC, lo que hace que el biocida se integre dentro del esmalte cerámico, dificultando su activación y reduciendo su efectividad".
Plata
El pasado año la labor investigadora se centró en el estudio y análisis de la plata como material que pudiera reunir las condiciones necesarias para activar la capacidad y acción biocida en superficies cerámicas de baldosas, tejas y porcelana de mesa y sanitaria.
Este año, Bioceram pretende centrarse en el uso de otros biocidas alternativos a la plata, además del desarrollo de materiales vítreos con propiedades bactericidas para su uso en puntos de acumulación de agua como sifones o grifería, a fin de incorporarlos en entornos especialmente sensibles a la propagación de infecciones como hospitales, centros sanitarios, centros de personas mayores o colegios, entre otros.