Oferta y demanda
En 2021 por el lado de la oferta, la producción europea aumentó un 9% y llegó a fabricar 21,6 millones de toneladas de pellets sin contar con la producción de Rusia, Bielorrusia ni de Ucrania. Solventando así parte de la dependencia energética a la que están sometidos los países europeos.
El aumento de la demanda de pellets ha venido provocado por la crisis energética de los combustibles fósiles antes de acrecentarse la invasión de Ucrania. En países como Alemania, Francia o Polonia, la instalación de nuevas calderas de biomasa en el sector residencial ha exhibido enormes tasas de crecimiento, en muchos casos llegando a multiplicarse por cuatro. De hecho, se estima que en los dos últimos años se han instalado en Europa unas 250.000 nuevas calderas de pellets.
Se han eliminado las subvenciones a los combustibles fósiles, e incluso se está prohibiendo la instalación de nuevas calderas de gas o gasóleo. De hecho, en algunos países se han implementado ya medidas fiscales que garantizan que los precios de los pellets de madera se mantengan en niveles aceptables para los consumidores.
Capacidad productiva
El trabajo de los fabricantes europeos del sector es tratar de garantizar el suministro de calefacción en toda Europa. Se está trabajando en nuevas y más eficientes fábricas de pellet desde el pasado año, siendo más que previsible que aumente la capacidad productiva con nuevas fábricas de pellet y ampliaciones en países productores de pellets con el fin de satisfacer el aumento de la demanda europea y descontar las crecientes importaciones desde Rusia.