La industrialización en rehabilitación es la vía más efectiva para reducir la demanda de energía de un edificio existente, según el Clúster de la Edificación

La vía más efectiva para conseguirlo es actuar sobre la envolvente del edificio. Según el grupo de trabajo en el Clúster de la Edificación, es donde la industrialización en la rehabilitación puede marcar la diferencia reduciendo la demanda de energía.

Este grupo, formado por varias empresas fabricantes como son Pladur, BMI, Emac Complementos, Danosa, Mapei, URSA, Ulma y como centro tecnológico el IteC, ha creado un documento de consulta público donde las diferentes fases del proceso de una rehabilitación industrializada.                

El product Manager de Emac y colíder de este grupo de trabajo, Carlos Muñoz, explica que “uno de los retos de la industrialización de la rehabilitación es la necesidad de aportar soluciones flexibles. Cada inmueble por rehabilitar es diferente y dispone de múltiples puntos críticos a salvar que habrá que solucionar”.

En relación con esto, las fachadas y cubiertas son los puntos más eficientes a la hora de invertir para conseguir los objetivos de eficiencia y sostenibilidad que se buscan. Asimismo, son las partes más accesibles del edificio, y por ende, susceptibles de ser industrializadas en una rehabilitación puesto que este tipo de soluciones suelen ser de grandes dimensiones.

Además, en el documento se especifican las fases en el proceso de rehabilitación, siendo la primera el diagnóstico, puesto que hay que asegurar que la estructura del edificio soportará la capa industrializada que se fija al cuerpo existente. En segundo lugar, la fase de planificación, la más importante, puesto que la digitalización del edificio y de la solución industrializada diseñada serán las que marquen la diferencia respecto a una rehabilitación tradicional.

Finalmente, llegaría la fase de ejecución, donde se instalarían las soluciones constructivas acordadas en el proyecto. Esta fase se simplifica por haberse planificado durante la fase anterior y por una fabricación de los sistemas de anclaje y unión adecuados al edifico.

El colíder del grupo y responsable de prescripción en Pladur, Dasil Fernández, comenta que “hablar de industrialización requiere cambiar la mentalidad y pensar en procesos, ya que dejamos de construir para pasar a fabricar y ensamblar. En el caso de la rehabilitación será una mezcla entre ambos mundos”.