Requiere una rehabilitación energética que mejore la calidad global del edificio y así cumplir con las necesidades de habitabilidad que se requieren en la actualidad. Todo esto consiste en una obra que tiene como finalidad abaratar el coste de la luz y gas y, sobre todo, reducir el consumo energético y las emisiones de CO2. La rehabilitación engloba actuaciones como el aislamiento de fachadas y ventanas, la aerotermia y la geotermia, la mejora de accesibilidad a los edificios, la digitalización o la instalación de placas fotovoltaicas.
El 40% del consumo de energía final en Europa se produce en el sector de la edificación. Las ayudas Next Generation EU buscan llegar a cero emisiones netas, en las viviendas, para 2050. La distribución de estos fondos forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, PRTR, por parte del gobierno español.
Con estas ayudas se pretende reducir como mínimo un 30% el consumo de energía no renovable en los hogares. Además, en España, las subvenciones ascienden hasta los 3.500 millones de euros para subvencionar entre el 40% y el 80% del coste final de la rehabilitación.
El director de Expansión de Alza Obras y Servicios, Enrique Lahuerta, afirma que "nosotros como empresa nos unimos a este reto de la neutralidad climática de 2050 apostando por materiales ecológicos y soluciones sostenibles que ayuden a reducir el impacto medioambiental".
Beneficios de una rehabilitación energética de una vivienda
Desde Alza Obras y Servicios han elaborado un listado con algunos de los beneficios que aporta realizar una rehabilitación energética en un edificio de viviendas. El primer beneficio de la lista es la reducción del consumo energético que contribuye a limitar las emisiones de CO2 del edificio. En segundo lugar, el uso de energías renovables como la energía solar, geotermia o aerotermia. En algunos casos permite producir y almacenar la energía de manera propia con instalaciones que favorecen el autoconsumo. El tercer beneficio consiste en unas mejoras ambientales aprovechando las energías renovables que reducen el impacto en el entorno. En cuarto lugar, el ahorro económico en la factura de la luz y de la calefacción seguido de la obtención de deducciones fiscales para los propietarios de viviendas. Que podrán deducirse hasta un 60% de lo pagado en las obras de rehabilitación de sus edificios si cumplen con los requisitos.
En los últimos puestos de esta lista están la creación de nuevos puestos de trabajo especializados, una mayor calidad de vida para todos los vecinos gracias al aislamiento térmico y acústico del edificio, la solución de problemas de humedades y Corrientes de aire y por último la revalorización del valor del edificio en el mercado inmobiliario.