“Ponemos punto y final a un año en el que la vivienda usada en España se ha encarecido, pero con unos porcentajes al alza interanuales que se han movido entre el 3% y el 6%, muy alejados de los picos de inflación, incluso de dos dígitos el pasado verano, que ha registrado la economía en general”, resume Ferran Font, director de Estudios de PIsos.com. El experto considera que a lo largo del ejercicio que ha quedado atrás, “la compraventa se ha comportado de forma excelente, y su extraordinario dinamismo solo se ha visto truncado en los últimos meses por las subidas de los tipos de interés y, en consecuencia, de los préstamos hipotecarios, así como por la tendencia de la sociedad hacia la contención del gasto en momentos de inflación”.
Font indica que “esa inclinación al ahorro que siempre motivan las dificultades económicas retrasará las decisiones de compra, lo que ayudará a moderar los precios”. En cualquier caso, el portavoz del portal inmobiliario descarta cualquier descenso abrupto: “En las grandes ciudades reinará la estabilidad, dado que la obra nueva es escasa y la segunda mano recoge la tensión que vive este mercado”, comenta Font, añadiendo que “habrá que ir a buscar oportunidades saliendo de los núcleos urbanos, en lugares donde haya más oferta y menos presión de la demanda”.