Las coclusiones se basan en un nuevo informe estadístico en materia de vivienda ofrecido por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El organismo oficial arroja luz sobre el mercado y aporta datos nacionales sobre la evolución del número de compraventas de viviendas registradas durante el mes de diciembre.
El director de Estudios destaca que “La vivienda usada ha sido la que ha tirado del mercado con fuerza durante todo el año, creciendo un 18% y superando las 530.000 transacciones. Por el contrario, la obra nueva aumenta un 2% interanual, lo que le sitúa cerca de las 115.000 operaciones. De esta manera, mientras la segunda mano bate récords en los registros, la obra nueva cierra cerca de la mitad de las transacciones, de lo que podía verse en 2008, 2009 o 2010. Esta es una realidad diferente a la del año pasado donde la vivienda a estrenar creció por encima de la usada, en concreto un 38% y 34%, respectivamente”. “Por otro lado, si hacemos un análisis mensual, vemos como en diciembre se confirman las previsiones de enfriamiento del mercado y se produce una caída interanual del total de compraventas de vivienda. Las poco más de 43.000 transacciones cerradas significan un -10% respecto al 2022, el primer registro negativo después de 21 meses de aumentos ininterrumpidos”.
Territorialmente quienes lideran la estadística son, como es habitual, Andalucía, la Comunitat Valenciana y Cataluña, con aproximadamente 11.000 operaciones en el primer caso, y cerca de las 8.000 en los otros dos. En la parte más baja sigue situándose La Rioja con algo menos de 400 transmisiones de vivienda. La tendencia general hace que se produzcan caídas interanuales en todos los territorios salvo en Asturias, donde se han vendido un 5% más de viviendas que el año pasado. De entre los grandes mercados destacan las caídas producidas en Madrid y Andalucía, donde los registros son de un -17% y un -14%, respectivamente.
Ferran Font hace balance del mercado de la compraventa en España: “se cierra un 2022 de récord a la espera de llegar a un escenario más moderado y también más sostenible en 2023. Una situación que viene marcada por la inflación, la evolución del Euríbor y el encarecimiento de las hipotecas, así como por la incertidumbre que generan tanto las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, como la aplicación de la nueva ley de vivienda prevista para este año que empieza”.