En concreto, el resultado de este proyecto financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial, Ivace, y la Unión Europea es el impulso de celdas solares de polímeros flexibles OPVs en substratos de bajo impacto ambiental como bioPET y rPET. Así, Solarflex permitirá evitar la dependencia de otras materias primas y de terceros países. Para hacerlo posible, las celdas están libres de ITO (óxido de indio y estaño), un metal caro, raro y escaso, por lo que se buscan materiales alternativos para disminuir el coste de la celda solar.
De esta manera, se consigue que la industria pueda reducir su dependencia energética de fuentes no renovables e impactar de manera positiva en la economía. “El proyecto supone el desarrollo de nuevas celdas solares cuya fabricación mediante tecnologías de impresión convencional implica una reducción importante del coste de producción y una comercialización a gran escala”, ha destacado la investigadora líder en Ingeniería en Aimplas, Susana Otero. Para el desarrollo de este trabajo, se cuenta con la colaboración de las empresas Bornay, ClearPet, Applynano Solutions, Itera, Sinfiny y Forvia.