La concienciación por la reducción del consumo de energía cada vez es más visible en todos los ámbitos que nos rodea. Y el sector de la construcción no iba a ser menos. Y es que el 40% de la energía consumida en Europa corresponde a la edificación.
Por ello, desde la Unión Europea se viene apostando en los últimos años por los edificios de consumo energético casi nulo (EECN), edificios con un nivel de eficiencia energética muy alto y cuyo consumo casi nulo de energía debe estar cubierto en amplia medida por energía procedente de fuentes renovables.
Desde el Gremi e Hispalyt recuerdan que la nueva cubierta ventilada de teja permite la microventilación entre la teja y el soporte mediante la entrada de aire por la parte baja de la cubierta, a través del alero y las limahoyas, y su salida por la parte alta de la misma, a través de la cumbrera y las limatesas. En este tipo de cubierta, las tejas se fijan en seco con tornillos, ganchos o clips sobre soporte discontinuo (rastreles) o sobre soporte continuo (placas onduladas, etc..). Los fabricantes españoles de teja cerámica ofrecen los elementos auxiliares y piezas especiales cerámicas imprescindibles para ejecutar correctamente la cubierta microventilada.
La cubierta ventilada de teja ofrece grandes ventajas frente a la cubierta tradicional no ventilada. Una de las más destacadas es que evita la formación de condensaciones y problemas de heladicidad, mohos u otros fenómenos que pueden desencadenar patologías en los tejados. Por este motivo, la cubierta ventilada de teja es recomendable en cualquier zona de España, pero sobre todo en zonas de clima húmedo y frío y con una altitud superior a los 700 metros, en las que no se debería emplear la cubierta tradicional.
Por otro lado, la microventilación bajo teja amortigua los cambios de temperatura y mejora el comportamiento térmico de la cubierta, contribuyendo con ello a la máxima eficiencia energética del edificio. En verano, el aire contenido entre la cobertura de la teja y el soporte, se calienta y asciende por convección hacia la salida de aire de la cumbrera y limatesas, permitiendo la entrada de aire frío por el alero y las limahoyas. Gracias a esta circulación interior del aire, se produce la refrigeración de la cubierta. En invierno el proceso es el mismo, pero el aire entre la teja y el soporte no se calienta lo suficiente como para favorecer la convección, conservando así el calor.
Los edificios con cubierta inclinada microventilada de teja cerámica presentan un mejor comportamiento térmico que los edificios con cubierta plana al reducir la demanda de refrigeración. Por ejemplo, en un edificio con orientación E-O en Sevilla podrá ser hasta un 8% inferior, reduciendo la demanda de calefacción, mientras que en Madrid puede llegar a ser un 10% inferior.
Además, si estamos preocupados por si se pueden introducir animales como pájaros o roedores por la separación entre el soporte y las tejas, podemos añadir la pieza especial denominada barrera de pájaros o el peine de alero. Esta favorecerá la microventilación gracias a sus pequeñas aberturas y servirá como apoyo extra a las tejas, levantándolas, evitando su cabeceo y mejorando de paso la estética en el acabado final de la cubierta.
Para concluir, la cubierta microventilada prolonga la vida útil del aislante térmico y de la impermeabilización, requiriendo de un menor mantenimiento y sustitución de piezas. Al fijarse en seco sobre los soportes continuos o discontinuos, se eliminan las pastas y/o