Entre 2021 y 2022 la compañía dobló su facturación en Portugal, y las previsiones para este año son muy optimistas: “se espera otro 50% de incremento de ventas”. Ello se debe, principalmente, al compromiso del país con la sostenibilidad y la economía circular, ejemplificado en los proyectos urbanos que sus dos principales ciudades, Lisboa y Oporto, han puesto en marcha en los últimos años, así como a la voluntad de sus ciudadanos por fomentar este estilo de vida, escogiendo para su vivienda materiales de construcción sostenibles, “como los que propone Deceuninck”, dicen.
“La marca belga es el referente del sector en materia de economía circular. Su contribución al desarrollo de la industria de la construcción y la edificación y a la reducción del consumo energético global, la ha posicionado como la alternativa sostenible del mercado, gracias a un modelo de producción que le permite reciclar el 100 % del material recuperado, transformándolo en nuevos perfiles para puertas y ventanas con una vida útil de más de 50 años”, señalan desde la empresa.
No obstante y en línea con esta filosofía, Deceuninck creó en España el Observatorio Deceuninck para la Economía Circular, ODEC, una plataforma de investigación de mercado y tendencias sobre construcción sostenible, eficiencia energética y diseño que ha dado lugar a dos estudios de interés profesional, especialmente valiosos para los sectores de la arquitectura y la construcción.
Lisboa y Oporto: modelos de sostenibilidad urbana y economía circular
Las ciudades de Oporto y Lisboa son un ejemplo de transformación en Portugal. Ambas ciudades trabajan y fomentan la economía circular, clave en el desarrollo sostenible, mediante tres ejes de acción principales. El reciclaje es uno de ellos, pues tanto Lisboa como Oporto se caracterizan por su efectiva gestión de los residuos, buscando minimizar su generación y maximizar su reutilización, reciclaje y recuperación. También la producción y el consumo responsables adquieren un papel relevante a través del apoyo a la economía local y a los agricultores respetuosos con el medio ambiente. Finalmente, como tercer eje de acción ponen el foco en la movilidad sostenible, invirtiendo en alternativas más ecológicas, eficientes y accesibles.
Ambas ciudades abordan estas acciones desde un enfoque integral, con el fin de abarcar todos los ámbitos posibles. No en vano, la circularidad se ha convertido en un eje central en la planificación de Oporto, promoviendo la conservación de recursos naturales, la gestión inteligente de residuos, la reducción de emisiones y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Todo ello ha derivado en la puesta en marcha de una estrategia llamada Porto, ciudad circular 2030, dedicada a promover un modelo de ciudad más contemporánea, responsable y comprometida con el futuro del planeta.