Dolores Huerta, directora general de GBCe ha explicado que la solicitud busca que la nueva EPBD “apueste por un entorno construido descarbonizado, resiliente e inclusivo”.
Ursa coincide con GBCe en que la EPBD debe ser una herramienta clave para lograr con éxito los objetivos europeos de descarbonización e independencia energética, lo que implica reducir las emisiones en su territorio en al menos un 55% en 2030 y la neutralidad climática en 2050.
“Sabemos que los edificios son responsables del 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones contaminantes. Contar con una normativa que regule la eficiencia de los edificios será vital en nuestra aspiración a la descarbonización del sector”, añade Marina Alonso, Marketing Manager de Ursa Ibérica.
La EPBD en España
Para los firmantes de este acuerdo, España debe aprovechar su presidencia del Consejo de Europa para hacer constar su papel clave en la negociación de la nueva EPDB. En un parque edificado tan anticuado como el español, en el que 23,85 millones de viviendas se construyeron antes de 2006 y un 51%, de los edificios actuales son anteriores a 1980 y no responden a ninguna normativa de eficiencia energética, es urgente y necesario incrementar el ritmo de anual de rehabilitación de viviendas. “Cuatro de cada cinco edificios son ineficientes energéticamente. Necesitamos multiplicar por 10 el ritmo anual de rehabilitación para cumplir el compromiso de cero emisiones en 2050”, advierte la directora general de GBCe.
La Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea están negociando herramientas como el edificio de cero emisiones en fase de uso, que marca el estándar que deben lograr todos los edificios en 2050 para lograr la descarbonización total del sector,, las normas mínimas de eficiencia energética (MEPS), que priorizan la rehabilitación de los edificios, partiendo de los menos eficientes, asegurando la transformación de todos ellos en edificios de cero emisiones antes de 2050, y el Plan nacional de rehabilitación de edificios, evolución de la actual Eresee, que busca transformar el parque edificado en uno de alta eficiencia energética y descarbonizado.
También se incluye, por primera vez, la obligatoriedad de calcular las emisiones de carbono en todo el ciclo de vida de los edificios, algo que, a juicio de Alonso, “nos permitirá ser conscientes de la importancia de nuestros materiales no solo en el momento de su instalación en el edificio, sino también de su comportamiento a lo largo de toda su vida útil”, finaliza la responsable de Marketing de Ursa Ibérica.
GBCe ha habilitado un formulario para que profesionales, entidades y empresas se unan a la petición de una aprobación de la revisión de la temprana y ambiciosa EPBD, que apueste por un entorno construido descarbonizado, resiliente e inclusivo.