La EPBD será una herramienta clave para lograr con éxito los objetivos europeos de descarbonización e independencia energética, lo que requerirá una importante reducción de las emisiones contaminantes (55%) y neutralidad climática en 2050.
Esta transformación pasa tanto por la intervención en la envolvente del edificio, como por la sustitución y mejora de las instalaciones térmicas. La futura EPDB establece que se fomentarán instalaciones de alta eficiencia, cuando sea técnica, funcional y económicamente viable, que proporcionen al mismo tiempo unas buenas condiciones climáticas interiores y de seguridad.
Pero, además, la directiva también aborda la descarbonización de la calefacción y refrigeración, mediante la introducción de una base jurídica clara para que los Estados miembros establezcan requisitos para los generadores de calor basados en sus emisiones de gases de efecto invernadero o en el tipo de combustible utilizado.
En la práctica, esto va a suponer la sustitución de miles de equipos ineficientes para que España pueda cumplir con los compromisos adquiridos en 2030. Conscientes del amplio reto al que se enfrenta el país, WOLF apuesta por una sustitución de instalaciones progresiva y sin tener que esperar a la obligatoriedad impuesta por Bruselas.
Daniel Fernández, Responsable de Prescripción BU Heating de WOLF Ibérica, explica que “tras la aprobación por parte del Parlamento Europeo, el pasado mes de marzo, de una directiva sobre eficiencia energética en los edificios, en la que se contempla la eliminación progresiva de los sistemas de calefacción que funcionan con combustibles fósiles entre 2035 y 2040, las instalaciones con calderas de gas y gasóleo están obligadas a renovarse”.
A partir de 2024, los Estados miembros no ofrecerán ningún incentivo financiero para la instalación de calderas centralizadas que utilicen gas o gasóleo, por lo que WOLF recomienda que se planteen, desde ya, soluciones para sustituir la generación por equipos basados en aerotermia o bomba de calor, siempre que sea posible.
“No tenemos por qué esperar a 2035 o 2040 para contar con equipos más eficientes y menos contaminantes, la tecnología está madura y nuestros profesionales preparados. Si las comunidades de vecinos son conscientes de las ventajas que ofrece la sustitución de sus calderas pueden anticiparse a la norma y comenzar a ahorrar en sus facturas energéticas lo antes posible gracias a nuevos sistemas de alto rendimiento y con menores costes de operación”, comenta Fernández.
Wolf añade también la recomendación de plantear soluciones híbridas en aquellos casos en los que no sea posible la sustitución completa, como pueden ser las aplicaciones de agua caliente sanitaria y apoyo a la calefacción, con la máxima inclusión de la bomba de calor y en combinación con calderas de condensación de alto rendimiento.