Los caminos para conseguir una temperatura agradable en el agua son variados y dependen de las condiciones climáticas, la infraestructura disponible y los recursos económicos de los que se disponen. Si te preguntas cómo climatizar el agua de tu piscina, aquí tienes varias soluciones.
Calentador eléctrico
Hay dos aspectos clave en este objetivo: la consecución del calor y el mantenimiento del mismo; y existen diferentes vías para conseguir este objetivo. El calentador eléctrico es uno de ellos y está entre los más utilizados por los particulares. los más comunes entre los particulares. Se instala una máquina que calienta el agua mediante la conexión a la energía eléctrica. Es recomendable en aquellas zonas donde las temperaturas suelen ser bajas.
Bomba de calor
Si es una ciudad donde la temperatura se mantiene agradable durante todo el año (no suele bajar de los 10 grados), entonces se puede optar por el otro principal sistema de climatización de una piscina: la bomba de calor. Funciona mediante un proceso de captación de las calorías presentes en el aire. Estas son traspasadas a la piscina, lo que se traduce en un aumento de los grados del agua. Es la opción más económica del mercado y, por lo tanto, una de las más demandadas por el público.
Placas solares fotovoltaicas: consumo cero
Los sistemas para climatizar el agua de la piscina han evolucionado notablemente en los últimos años, fruto de la incorporación de los sistemas de energías renovables al uso cotidiano de los ciudadanos. En este marco, se puede nutrir de energía al calentador eléctrico y a la bomba de calor mediante las placas solares fotovoltaicas. Las compañías del sector han desarrollado modelos que se adaptan a los requisitos para climatizar el agua. Con este recurso, el consumo de energía eléctrica es mínima incluso puede quedarse en cero cuando hay muchas horas de luz solar o se dispone de baterías. Hay que tener en cuenta la absoluta dependencia del sol o el requisito de que las placas están bastante próximas a la piscina. En cualquier caso, hay zonas geográficas de España donde el uso de energía fotovoltaica para calentar el agua es una solución óptima.
Deshumidificador y cubiertas
Calentar el agua y no tomar medidas para que la temperatura conseguida se mantenga implica, o bien perder el calor o bien estar gastando continuamente recursos energéticos (y por lo tanto, económicos), ya que solo así el agua estaría caliente durante todo el tiempo que se requiere. En ese sentido, es importante disponer de un sistema de aislamiento térmico, que suele ser una cubierta. Existen varios modelos en el mercado, adaptados a todos los bolsillos. La cubierta elevada o de policarbonato supone una mayor inversión, por lo que la manta térmica se utiliza con más frecuencia.
Por otro lado, es importante instalar un sistema de deshumidificación, que tiene la función de purificar el aire cada cierto tiempo. Este aspecto resulta más necesario en las piscinas cerradas, donde no se producen corrientes de aire.