“Incorporar el hidrógeno verde en la industria implica un cambio hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, reduciendo las emisiones de carbono y promoviendo una mayor eficiencia energética en la producción industrial”, afirma Ramírez.
La implantación de esta energía limpia comenzará en el segundo semestre del próximo año, en la fábrica de Valdemoro (Madrid) y, poco a poco se extenderá a las demás fábricas de Pladur distribuidas por el resto del país.
El hidrógeno verde no emite gases de efecto invernadero durante su producción ni durante su uso en los procesos industriales. Por lo tanto, utilizar hidrógeno verde en la fabricación de placas de yeso es parte de una estrategia de sostenibilidad que busca minimizar el impacto ambiental y promover prácticas más amigables con el medio ambiente en la industria de la construcción.
En una segunda fase, la compañía también se plantea la aplicación de biometanos y biogases mediante residuos orgánicos.
Previsiones económicas sólidas
“A pesar de la volatilidad del sector de la construcción, Pladur mantiene previsiones económicas sólidas”, afirman desde Pladur. Aunque los datos anuales se darán a conocer en junio del próximo año, con el cierre de octubre la compañía ha adelantado que proyecta una facturación cercana a los 210 millones de euros, cifra similar al año anterior, y su plantilla se mantendrá con 480 trabajadores.
Las previsiones para el año 2024 estarán marcadas, también, según Ramírez, por dicha volatilidad debido al coste del dinero, hipotecas y euríbor alto: “El coste de los préstamos está frenando la compraventa de vivienda, aunque esperamos que la subida de los tipos se vaya enfriando”.
Precisamente, el parque de viviendas en España asciende a cerca de 25 millones, y la gran mayoría han sido construidas antes del Código Técnico de la Edificación, por lo que tienen calificaciones energéticas muy bajas (“G” y “E”).