Además de las diferencias regionales, existe una brecha entre los proyectos residenciales y comerciales. Se prevé que la construcción residencial en el mundo crezca sólo un 1,1% en 2023 y un 0,6% en 2024. En muchas economías avanzadas registrará contracciones este ejercicio. Los elevados tipos de interés e hipotecarios, junto con la alta inflación, están forzando las capacidades de compra y reduciendo la demanda. “Los costes de los materiales y de la mano de obra siguen siendo elevados en muchas economías, lo que ha provocado presiones sobre los márgenes y una ralentización de los nuevos proyectos de construcción”, añaden. Sin embargo, Crédito y Caución prevé que la construcción no residencial crezca un 5% en 2023 y un 1,7% en 2024. La ingeniería civil también mostrará cierto dinamismo, con crecimientos del 5,6% este año y del 3,6% en 2024.
“En la mayoría de los mercados la competencia del sector es intensa, los márgenes son reducidos y los compradores públicos suelen pagar con retraso. Hay una mayor proporción de quiebras empresariales que en la mayoría de los demás sectores. El sector afronta, además, una escasez de mano de obra. La falta de trabajadores cualificados puede aumentar los costes salariales y es un problema grave en muchos mercados avanzados. El sector también hace frente a importantes presiones para reducir su impacto ambiental, ya que representa el 36% del consumo mundial de energía y el 40% de las emisiones de CO2”, declaran.
“En la zona euro, el crecimiento en 2023 se situará en el 1,8%, apoyado principalmente en la inversión pública. Crédito y Caución prevé que la ingeniería civil crezca un 5,8% impulsada por el plan de recuperación NextGenerationEU”, mencionan. Sin embargo, el endurecimiento de las condiciones crediticias pesa sobre la inversión privada y la disponibilidad de crédito, mientras que los costes de mano de obra y materiales siguen siendo elevados. Esto se dejará sentir con intensidad en el subsector residencial, donde el crecimiento de la construcción se estancará en 2023 y 2024. “La construcción no residencial también se ralentizará en los próximos meses. De cara a 2024, la aseguradora de crédito prevé que el crecimiento del sector sea aún más modesto, en el entorno del 1,1%”, añaden.
¿Qué es el seguro de crédito?
El seguro de crédito constituye un sistema integral de gestión de impagados que protege la cuenta de clientes de los asegurados, mejora su acceso a la financiación y sus capacidades de prospección comercial e internacionalización. La efectividad de su protección se basa en cuatro garantías:
- Prevención. Realizan un seguimiento continuo de los clientes de sus asegurados. Tienen una opinión sobre la capacidad de pago de millones de empresas en todo el mundo. Sus líneas de crédito comercial amparadas por ese análisis en todo el mundo superaron los 863.000 millones de euros al cierre del último ejercicio.
- Indemnización. Garantizan sus opiniones de crédito, que están cubiertas por el seguro. En caso de impago, los asegurados reciben una indemnización por las pérdidas vinculadas a sus operaciones comerciales.
- Recobro. El impago activa mecanismos orientados a la recuperación de los créditos impagados en cualquier mercado del mundo.
- Servicios. Su conocimiento cubre todo el ciclo del cliente a través de distintos servicios que permiten prospectar mercados, valorar oportunidades en el exterior, personalizar el control de la cartera, agilizar la reclamación de deudas o mejorar la liquidez.