Los elevados precios de la energía en los últimos años han llevado a un gran número de propietarios a la renovación y sustitución de sus equipos de calefacción y climatización por otros más eficientes y de menor impacto ambiental, como la aerotermia. Esta solución permite importantes ahorros en el consumo de energía –cercanos al 80%– y una reducción notable de las emisiones de CO2. Sin embargo, esta transición puede complicarse en el caso de las comunidades de propietarios con producción centralizada.
En España, cerca de dos millones de viviendas cuentan con calefacción central. Aunque su renovación y sustitución por soluciones más eficientes es una prioridad, la instalación es difícil por cuestiones de espacio, confort acústico (ruido de los equipos) y la propia electrificación del edificio. Sin embargo, existen soluciones híbridas, que permiten adaptar las salas de calderas y optimizar su rendimiento sin tener que optar por la electrificación total. Hablamos de equipos de aerotermia que, combinados con los sistemas tradicionales (calderas de gas y gasóleo), logran una importante reducción del consumo y de las emisiones, mejorando el confort térmico en el interior de las viviendas.
“Esta solución permite trabajar en instalaciones centralizadas con emisores de hierro fundido a temperaturas de impulsión de entre 60º y 70º convirtiéndose en una excelente solución para aquellas comunidades de vecinos que quieren mejorar su eficiencia energética, disfrutando de las ventajas de ambas tecnologías” explica Roberto García, delegado comercial de Sistemas Colectivos BU Heating Wolf Ibérica.
Es el caso de un inmueble situado en la calle Zurbano, Madrid. El bloque de seis plantas, construido en 1980, contaba con un sistema centralizado para la producción de Agua Caliente Sanitaria, ACS, y calefacción que mostraba ciertas ineficiencias.
La transformación de la sala de calderas, todavía en proceso de finalización, les ha permitido ahorrar cerca de un 20% en la factura final –llegando al 90% en los meses donde el uso del gas es únicamente para ACS.
“Durante el año 2021, y ante el elevado precio de la energía, los vecinos nos planteamos cambiar los equipos existentes, que ya estaban obsoletos, por otros que nos proporcionasen mayor eficiencia y confort”, cuenta el presidente de la comunidad de propietarios.
Tras analizar varias propuestas, los propietarios optaron por una solución híbrida donde se combinase aerotermia con los sistemas ya existentes, aprovechando las ventajas que ambas soluciones ofrecían en cuanto a ahorro de energía y confort, y flexibilidad para llevar a cabo la renovación. La empresa encargada del proyecto, Ullastres, explica que para “para evitar incomodidades y problemas a los vecinos, la transformación se llevó a cabo en tres fases. De esta manera, el proceso es más llevadero desde el punto de vista de la incomodidad de la obra y del precio, y los resultados comienzan a verse desde el principio”.