El SATE es una solución imprescindible en la construcción de edificios que mejoran la eficiencia energética de los edificios y proporciona un mayor confort térmico en su interior. Anfapa explica las funciones del cerramiento de un edificio, los tipos de condensación que hay y la importancia de la transpirabilidad de un sistema SATE.
Dos de las funciones de cerramiento de un edifico están vinculadas con el equilibrio higrométrico.
- Protección contra la entrada de agua de la intemperie
- Facilitación de la difusión del agua de condensación que se genera en el interior de las hojas que componen dicho cerramiento
La protección térmica externa reduce el riesgo de que el agua de condensación se acumule en el interior de los componentes del cerramiento. Existen dos tipos de condensaciones a tener en cuenta.
Condensaciones superficiales
Provocadas por los puentes térmicos, generan puntos fríos donde puede originarse la condensación, especialmente si la temperatura desciende por debajo del punto de rocío del ambiente. Mejorar el aislamiento térmico, facilitar la renovación del aire y garantizar una calefacción uniforme son medidas básicas para prevenirlas
Condensaciones intersticiales
Se producen en el interior de los cerramientos debido a la difusión del vapor desde el ambiente de mayor presión (interior) hacia el de menor presión (exterior). Colocar el aislamiento en la exterior resulta ventajoso para minimizar este tipo de condensaciones, siendo el SATE una solución eficaz al ser un sistema exterior y continuo.
En cuanto al diseño es común que en la secuencia de hojas de fachadas se siga la “lógica del embudo”, en la que hay que colocar los distintos materiales constructivos partiendo desde el interior con una capa de una mayor resistencia a la difusión del vapor de agua, e ir disminuyendo dicha resistencia conforme se va yendo al exterior.