“Además, la filial española contribuye al éxito de los objetivos globales del grupo, que ha reducido los residuos de producción que van a vertedero en un 53% en los últimos 8 años”, aseguran desde la empresa.
Rockwool consolida de esta forma su apuesta por la circularidad como solución a las grandes cantidades de residuos que se generan en el sector de la construcción, que suponen un 50% del total de residuos a vertedero a nivel mundial. Su programa Rockcycle ya ha sido implantado en 21 países desde su creación en el 2015. En España, concretamente, aterrizó en el 2021. Este servicio de recuperación y reciclaje consiste en la recogida de sobrantes de lana de roca en obra para llevarlos de nuevo a la fábrica de Caparroso (Navarra), donde se procesan y reciclan hasta ser convertidos de nuevo en lana de roca, con la misma calidad, durabilidad y propiedades originales evitando que estos acaben en vertederos y avanzando en el residuo cero.
Además, como parte de su compromiso continuo con la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente, la empresa retornó para su reciclaje también parte de los palés utilizados en el transporte de materiales, evitando así su disposición a vertedero.