En el contexto del SATE, estos puentes térmicos suelen formarse en juntas de dilatación, elementos estructurales como pilares y vigas, uniones de ventanas y puertas, así como en puntos de anclaje.
Minimizar estos puentes térmicos es especialmente viable en los puntos de anclaje mediante el uso de fijaciones apropiadas. Sin embargo, las fugas de temperatura no son el único desafío que puede surgir si no se emplea el material específico adecuado para la instalación de cargas en fachadas con SATE.
Los 5 obstáculos de la instalación en SATE
- Infiltraciones de agua: si se agujerea el SATE y no se sella el agujero correctamente, ponemos en riesgo la integridad del edificio. Las filtraciones de agua pueden pasar desapercibidas, saliendo a la superficie solo cuando la magnitud de la reparación es muy alta y la seguridad de la instalación está totalmente comprometida. Llegados a este punto el propietario del SATE puede pedir compensación económica por los daños causados y por los riesgos de seguridad implicados.
- Desprendimiento de la carga: En caso de altas cargas, como pueden ser toldos, es imprescindible instalar con una fijación que atraviese el SATE y llegue al material base para garantizar que la carga está anclada y segura. El SATE es un material blando incapaz de aguantar las cargas pesadas que hacen palanca en la fachada. Si no llegamos al material base, el material aislante cederá y la seguridad de la instalación quedará comprometida.
- Pérdida de la eficiencia energética: La creación de puentes térmicos es uno de los problemas más comunes en instalaciones en fachadas con SATE. Cuando se agujerea el SATE, automáticamente se genera un traspaso de temperatura entre el interior y el exterior del edificio. Esta pérdida de energía se llama puente térmico, y anula la función principal del SATE. Cuando se usan fijaciones específicamente diseñadas para SATE, éstas están preparadas para sellar eficazmente el agujero y eliminar el puente térmico.
- Condensación: Esta ocurre cuando el vapor de agua en el aire se enfría y se convierte en líquido. En un edificio con SATE, si el calor escapa a través de puentes térmicos o si hay diferencias significativas de temperatura entre el interior y el exterior, las superficies frías dentro de las paredes pueden hacer que el vapor de agua se condense. Esta condensación puede crear condiciones húmedas favorables para el crecimiento de moho.
- Deterioro del material: El moho y la humedad pueden dañar los materiales de construcción a lo largo del tiempo, lo que puede llevar a problemas estructurales y de salud para los ocupantes del edificio.
Para evitar estos problemas, es crucial utilizar fijaciones específicas diseñadas para trabajar con sistemas de aislamiento térmico como el SATE. Estas fijaciones están diseñadas para minimizar la penetración a través del aislamiento y reducir la posibilidad de puentes térmicos. Además, es importante seguir prácticas de instalación optimas asegurándose que el aislamiento esté correctamente sellado y protegido contra la penetración de agua.
Instalar cargas pesadas en SATE: el mayor desafío
Las cargas pesadas son las más difíciles de instalar en SATE debido a la necesidad de garantizar estabilidad y seguridad. El SATE se compone de un material que no es lo suficientemente robusto para soportar altas cargas por sí solo, por lo que es esencial atravesar el aislamiento y fijar la carga directamente al material base de la fachada.
Existen soluciones específicamente diseñadas para superar los desafíos de la instalación de cargas pesadas a través del SATE. Estos sistemas incluyen módulos de separación térmica que eliminan eficazmente los puentes térmicos, protegiendo tanto la instalación como el aislamiento de la formación de moho y de las pérdidas de energía.
Es crucial que la junta de sellado esté fabricada con EPDM y diseñada para soportar vientos de hasta fuerza 11 (tormenta violenta). Esto asegura que se minimicen los movimientos y las fuerzas ejercidas sobre la carga, manteniendo un sellado efectivo.
Para seleccionar una fijación adecuada, es recomendable optar por productos con homologación ETA. La homologación ETA certifica que las fijaciones cumplen con los más altos estándares de calidad y desempeño, además de asegurar que cumplen con las regulaciones y normativas europeas. También contribuye a optimizar la eficiencia energética del sistema SATE al minimizar los puentes térmicos.
Conclusión
En conclusión, para asegurar la instalación de cualquier carga sobre SATE, es fundamental emplear soluciones especializadas. En concreto, para instalar altas cargas, es esencial que cuenten con homologación ETA. Esta medida no solo garantiza la estabilidad y seguridad requeridas, sino también garantiza la continuidad de la eficiencia energética del edificio.