La función de la imprimación
La imprimación es una capa muy delgada que facilita la aplicación posterior de la capa de acabado. Su función principal es unir la capa base con la de acabado. La imprimación es recomendable en situaciones como:
- Cuando existe incompatibilidad entre el mortero de la capa base y la de acabado.
- Para mejorar la adherencia, según las indicaciones del fabricante.
- Cuando se usan acabados con textura rugosa o acanalada que permitan visualizar el color de la capa inferior.
- Para igualar tonalmente, debe coincidir en color con el acabado final.
- Para regular la absorción de la capa base.
Para su correcta aplicación, se deben respetar los tiempos de secado del mortero y cubrir toda la superficie utilizando un rodillo.
La capa de acabado, protección y estética
La capa de acabado tiene una función clave en la protección del sistema frente a la radiación solar, la lluvia y otros agentes externos, contribuyendo a la impermeabilidad al agua de lluvia y a la permeabilidad al vapor de agua. Además, al ser la capa más visible, también cumple un papel estético importante, proporcionando color y textura al edificio.
El espesor de esta capa depende de su composición y acabado, que puede variar entre texturas lisas o rugosas. Según el Código Técnico de la Edificación (DB HS 1, Fachadas), el grado de impermeabilidad de la capa de acabado depende de la zona pluviométrica, la exposición al viento y la altura del edificio. Es crucial que esta capa ofrezca resistencia a la filtración de agua y garantice la integridad del sistema de aislamiento.
Opciones de acabados en el SATE
Los fabricantes han desarrollado diversas soluciones para la capa de acabado del SATE, como revocos y aplacados, que ofrecen múltiples opciones estéticas y funcionales. Entre las tipologías de acabados se incluyen:
- Morteros acrílicos
- Morteros de silicato o silicona
- Morteros minerales
- Pinturas de efecto
Cada tipo de mortero presenta características específicas que lo hacen adecuado para diferentes condiciones, y deben cumplir con las normativas vigentes de impermeabilidad y resistencia.
En definitiva, la correcta aplicación de la imprimación y la capa de acabado es fundamental para el éxito de un SATE. La imprimación asegura la adecuada adherencia y uniformidad del sistema, mientras que la capa de acabado protege frente a los elementos externos y proporciona el aspecto estético deseado. Siguiendo las recomendaciones técnicas, como los tiempos de secado y los espesores adecuados, se garantiza un aislamiento térmico eficiente y una protección duradera del edificio.