El último informe generacional de pisos.com revela que el esfuerzo financiero para acceder a la vivienda continúa siendo significativo en España. Según el estudio, solo el 41% de los hipotecados destinan menos del 30% de sus ingresos al pago de la vivienda, mientras que entre los inquilinos esta cifra se reduce al 30%.
Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, señala que "los propietarios con hipoteca tienen más facilidad para ajustar el pago de su vivienda a un porcentaje razonable de sus ingresos en comparación con los inquilinos".
Diferencias generacionales en el acceso a la vivienda
El análisis muestra importantes diferencias entre generaciones. Entre la Generación Z, solo el 24% de los propietarios con hipoteca destinan hasta un 30% de sus ingresos a la vivienda, mientras que el 34% de los jóvenes inquilinos superan este umbral. Entre los Millennials, un 43% de los hipotecados logran mantener su esfuerzo financiero por debajo del 30%, frente al 25% de los inquilinos.
En el caso de la Generación X, el 42% de los hipotecados cumplen con este límite, mientras que en el alquiler la cifra se eleva al 35%. Los Boomers son el grupo con menor carga financiera: el 46% de los hipotecados y el 27% de los inquilinos destinan menos del 30% de sus ingresos a la vivienda.
Brecha de género en el acceso a la vivienda
El informe también evidencia una brecha de género en el esfuerzo financiero. En el caso de las hipotecas, el 37% de las mujeres destinan hasta un 30% de su salario al pago mensual, frente al 47% de los hombres. En el alquiler, la diferencia es más pronunciada: solo el 24% de las mujeres pueden permitirse un esfuerzo inferior al 30%, mientras que en los hombres este porcentaje asciende al 37%.
Una carga financiera insostenible para muchos
El estudio advierte que un 21% de los hipotecados y un 25% de los inquilinos destinan más de la mitad de sus ingresos a la vivienda, una carga que Font califica como "insostenible a largo plazo". Además, un 8% de los hipotecados y un 5% de los inquilinos destinan más del 70% de sus ingresos a este gasto, limitando su capacidad de ahorro y estabilidad financiera.
La compra, más rentable pero poco accesible
Aunque el esfuerzo financiero es menor en la compra que en el alquiler, muchas personas no pueden acceder a una vivienda en propiedad por la falta de ahorro para la entrada inicial. "Si bien la compra sigue siendo una mejor inversión a largo plazo, no todos pueden permitírsela debido a las exigencias económicas iniciales", explican desde pisos.com.
La situación plantea un desafío para el mercado inmobiliario y las políticas de acceso a la vivienda. La combinación de altos precios, bajos salarios y requisitos financieros restrictivos continúa dificultando la independencia residencial de muchos ciudadanos.