Según el último informe de Crédito y Caución, la producción global del sector de la construcción crecerá un 2,3% en 2025 y un 3,3% en 2026. Sin embargo, el panorama sigue condicionado por las dificultades en el mercado inmobiliario chino y la caída de la inversión en proyectos residenciales. En Europa y Estados Unidos, los elevados tipos de interés han frenado la demanda en 2024, aunque la reducción de la inflación y los recientes recortes en los tipos de interés podrían aliviar esta presión a partir del segundo semestre de 2025.
Evolución de los segmentos no residenciales
La ingeniería civil y la edificación no residencial han registrado un crecimiento significativo en los últimos años, impulsadas por grandes inversiones públicas en infraestructuras y políticas industriales. No obstante, se espera que su ritmo de expansión se desacelere en 2025 y 2026 debido a medidas de austeridad en algunos mercados.
En la Unión Europea, el sector de la construcción experimentará una recuperación moderada, con un crecimiento estimado del 1,3% en 2025 y del 2,1% en 2026, favorecido por la relajación monetaria y los proyectos de transición ecológica. Sin embargo, el riesgo de crédito para las empresas del sector ha aumentado en la mayoría de los mercados europeos tras un 2024 marcado por un bajo desempeño.
Costes, escasez de mano de obra y sostenibilidad
El encarecimiento de los materiales no es el único factor que impacta en los márgenes de la construcción. El aumento de los costes laborales y la falta de trabajadores cualificados están generando retrasos y dificultades en la mayoría de los mercados avanzados. En Europa, esta escasez es especialmente grave en Alemania, Países Bajos y Reino Unido, y podría convertirse en un problema estructural a medio plazo.
Por otro lado, la digitalización del sector avanza a un ritmo acelerado. Soluciones como la construcción modular y la prefabricación están ganando relevancia como respuesta a la escasez de mano de obra, la necesidad de optimizar tiempos y reducir riesgos en obra.
En términos de sostenibilidad, la construcción representa el 36% del consumo mundial de energía y el 40% de las emisiones de CO2. En Europa, la presión para reducir el impacto ambiental es cada vez mayor, lo que plantea desafíos en el uso de nuevos materiales y equipos más eficientes.
A pesar de estos retos, la transformación tecnológica y la sostenibilidad marcarán el futuro del sector en los próximos años.