La Fundació Joan Miró de Barcelona ha sido el escenario elegido para la presentación de New Dry y Tecemac como nuevos aplicadores oficiales de Sika. Ambas empresas, especializadas en pavimentos, reparación, impermeabilización y sellado, han querido agradecer la confianza de la multinacional suiza, que se convierte en su proveedor de soluciones sostenibles.
New Dry, experta en impermeabilización y sellado de vías de agua, reparación estructural del hormigón y obra civil, reafirma su apuesta por la innovación y la sostenibilidad. "Desde su creación, nuestra compañía ha trabajado en la mejora continua de nuestros procedimientos, con un equipo comprometido con un futuro sostenible y alineado con las soluciones de Sika", destacó Pablo Sibina, gerente de la empresa.
Por su parte, Tecemac, aplicador de pavimentos industriales y decorativos, subraya la importancia de esta alianza. Herminio Solans, su gerente, resaltó que la colaboración con Sika permite ofrecer soluciones resistentes, duraderas y con acabados exclusivos, adaptadas a las necesidades específicas de sus clientes.
En el evento, Cristóbal López, jefe de ventas de Infraestructura de Sika, repasó la trayectoria de la compañía y sus principales líneas de negocio en los sectores residencial, comercial, infraestructuras, automoción e industria. También abordó los retos del sector de la construcción para 2025, destacando el papel clave de los aplicadores expertos en la funcionalidad y visibilidad de las soluciones de Sika.
La elección de la Fundació Joan Miró como sede del acto no ha sido casual, ya que Sika participó en su rehabilitación, aplicando el inhibidor de corrosión SikaGard 8000 CI en las áreas afectadas del hormigón para garantizar su durabilidad y bajo mantenimiento. Diana Martín, responsable de Proyectos de Sika, explicó que este tratamiento es evaluado cada cuatro años para asegurar su eficacia.
El encuentro concluyó con una visita guiada a la Fundació, donde los asistentes pudieron conocer de cerca este espacio emblemático, en el que el artista Joan Miró y el arquitecto Josep Lluís Sert lograron un equilibrio entre arte y arquitectura.