El consumo de cemento en Cataluña registró en febrero de 2025 un descenso del 5,3% en comparación con el mismo mes del año anterior, con un volumen total de 185.033 toneladas. Esta caída sitúa la variación anual acumulada en un leve incremento del 0,9%, hasta alcanzar los 2,14 millones de toneladas en el año móvil, lo que refuerza la tendencia de estancamiento del mercado doméstico observada en los últimos doce meses.
En paralelo, la producción también descendió un 10% interanual en febrero, con un total de 258.174 toneladas. Por el contrario, las exportaciones aumentaron un 5,3% en el mismo mes, alcanzando las 96.059 toneladas. En términos acumulados anuales, la producción creció un 6,6% y las exportaciones un 7,6%.
La evolución del sector cementero mantiene una correlación directa con el comportamiento de los mercados de infraestructuras y edificación residencial. En este contexto, las licitaciones de obra pública en Cataluña aumentaron un 3,7% en 2024, hasta los 3.443 millones de euros. Sin embargo, este volumen no logra compensar el retroceso registrado en 2023 y se mantiene por debajo de los 3.955 millones de euros alcanzados en 2022.
En el ámbito residencial, la construcción de viviendas de obra nueva en la provincia de Barcelona experimentó en 2024 una contracción del 10,8%, con un total de 1.151 inmuebles registrados.
Desde la patronal Ciment Català, su presidente Salvador Fernández Capo señala que la recuperación del consumo dependerá en buena medida del impulso a la obra pública y la edificación residencial. En este sentido, destaca que las plantas productoras se mantienen a la espera de la ejecución de los planes gubernamentales relacionados con la construcción de vivienda pública, así como con la renovación y ampliación de infraestructuras, especialmente las ferroviarias.
Fernández Capo subraya que cuestiones como los colapsos en Cercanías y autopistas, la incertidumbre en el abastecimiento de agua o la presión sobre el mercado del alquiler, derivada de una oferta insuficiente de vivienda, son factores que inciden tanto en el bienestar ciudadano como en la competitividad económica de Cataluña.