La falta de vivienda asequible se ha consolidado como uno de los principales desafíos sociales y económicos en España. La próxima edición de Construmat, que se celebrará del 20 al 22 de mayo en Fira de Barcelona, dedicará una parte central de su programa a analizar este problema desde una perspectiva transversal, con la participación de instituciones, empresas del sector y agentes sociales.
Déficit habitacional y desajustes del mercado
Según el Banco de España, el país necesitaría unas 600.000 nuevas viviendas hasta 2025 para cubrir el déficit existente. Sin embargo, conviven en el territorio alrededor de 4 millones de viviendas vacías, y el parque de alquiler social apenas representa un 1,6% de los hogares. Este desequilibrio refleja la complejidad del problema, que trasciende el ámbito de la edificación e involucra cuestiones de regulación, fiscalidad, modelos de tenencia y desarrollo urbano.
Durante el foro UIA 2022 Affordable Housing Activation, ya se identificaron múltiples barreras estructurales al acceso a la vivienda, entre ellas la rigidez normativa, la fragmentación en la promoción y financiación, o la escasa innovación. Uno de los ejes señalados para revertir esta situación fue precisamente la industrialización de la construcción, por su potencial para reducir costes, acortar plazos y mejorar la sostenibilidad.
Modelos de colaboración público-privada: el Plan Vive
Una de las referencias que se analizarán en Construmat será el Plan Vive de la Comunidad de Madrid, que ha promovido más de 8.500 viviendas asequibles en alquiler mediante fórmulas de colaboración público-privada y construcción industrializada. Todas las promociones se ejecutan sobre suelo público y con sistemas constructivos que permiten reducir hasta en un 30% los plazos de obra, minimizar residuos y optimizar recursos.
Entre las promotoras implicadas destaca Culmia, adjudicataria de varios lotes que suman más de 4.600 viviendas, de las cuales un 85% están siendo construidas mediante sistemas industrializados. Según la compañía, esta metodología ha permitido entregar el primer lote completo seis meses antes de lo previsto, gracias a procesos colaborativos entre los diferentes agentes implicados.
Iniciativas sectoriales y nuevas herramientas de planificación
Desde el Observatorio 2030 del Cscae, se ha constituido en 2025 un grupo de trabajo multisectorial denominado ‘Diseñando un parque de vivienda accesible y asequible, sostenible y saludable’, en el que participan entidades públicas y privadas como el Ministerio de Vivienda, el Ayuntamiento de Madrid, APCEspaña, la Asociación Española de la Banca, Provivienda o Ceav. Este grupo desarrolla una hoja de ruta con horizonte 2030, articulada en dos fases, 2025-2027 y 2027-2030, y pondrá en marcha proyectos piloto en distintas áreas clave.
En paralelo, instituciones como el Col·legi de l’Arquitectura Tècnica de Barcelona, Cateb, impulsan la rehabilitación, la sostenibilidad y la economía circular en proyectos de vivienda social y asequible, promoviendo la colaboración institucional y la formación profesional continua.
Arquitectura e innovación en la vivienda social
El sector también está mostrando experiencias destacadas desde el ámbito proyectual. El edificio SFJ6, diseñado por el estudio MarmolBravo en el barrio de Puente de Vallecas, es un ejemplo de vivienda social de alta calidad arquitectónica y energética. Con 102 viviendas distribuidas en bloques de entre 5 y 8 plantas, el proyecto incorpora estrategias pasivas, ventilación cruzada, patios vegetales, protección solar, y sistemas activos como district heating, aerotermia y paneles fotovoltaicos, alcanzando la calificación energética A.
Industrialización como eje de transformación
La industrialización se posiciona como una de las herramientas clave para responder al déficit habitacional, y está siendo impulsada tanto por la iniciativa privada como desde la administración pública. En este sentido, se ha anunciado recientemente la creación de un Perte para la vivienda, con el objetivo de fomentar la construcción industrializada y modular, que permita edificar de forma más ágil y asequible.
Desde PMP Prêt-à-porter casas, su consejera delegada Montse Pujol destaca las ventajas del modelo industrializado: economías de escala, optimización de recursos, rapidez de ejecución, calidad controlada y flexibilidad en el diseño. El sistema constructivo de PMP permite la prefabricación integral de viviendas, con ensamblaje in situ, lo que mejora tiempos y costes. Además, se promueve una visión más adaptable de la vivienda, capaz de evolucionar con las necesidades de sus ocupantes.
Según Pujol, combinar políticas públicas eficaces, incentivos fiscales y alianzas público-privadas permitirá a la industrialización jugar un papel determinante en la mejora del acceso a la vivienda en España.
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